Los aspirantes presidenciales para el periodo 2018-2014 tienen como objetivo reducir la pobreza y mejorar la situación de vida de las familias mexicanas, sin embargo, este objetivo puede ser muy costoso y adverso para las finanzas públicas, advirtió el sector privado.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) especificó que las propuestas de los presidenciales para reducir los niveles de pobreza a través de programas asistenciales implican una importante cantidad de recursos adicionales que tendría que obtener el sector público para cumplirlas.

“Considerar que esta es la mejor manera de lograrlo, puede ser contraproducente, ya que este tipo de programas más que reducir la pobreza pueden contribuir a perpetuarla, además de representar un elevado costo para las finanzas públicas”.

Detalló que se tienen cerca de 6 mil programas asistenciales y hasta la fecha no han tenido un efecto importante en la reducción de la pobreza. “La mejor herramienta para reducir la pobreza es la creación de empleo, pero esta depende de la inversión como origen principal de puestos de trabajo duraderos”, insistió el CEESP.

En vísperas del tercer debate presidencial, sería ideal que los candidatos consideraran estos escenarios y señalaran si están de acuerdo con la afirmación de que el empleo es la mejor forma de reducir la pobreza y cuál sería su propuesta para incentivar la inversión privada y pública.

“Reducir los niveles de desigualdad, problema adicional a la pobreza, requiere en buena medida de un entorno de igualdad de oportunidades para todos los mexicanos, con el objetivo de que tengan acceso a un sistema educativo de calidad sin problemas de discriminación económica o racial, que vaya acompañado de la posibilidad de acceso a la tecnología, además de poder contar con un sistema de salud eficiente”.

Es evidente que no sólo la eficiencia en la asignación del gasto es suficiente, además se requieren recursos adicionales que podrían poner en riesgo el equilibrio de las cuentas públicas, sobre todo en un ambiente de debilidad de las fuentes de ingresos, alertó el CEESP.

En un entorno de esta magnitud, los candidatos a la Presidencia de la República deberán plantear propuestas claras que definan su posición respecto a la posible política tributaria a seguir con el objetivo de enfrentar las necesidades sociales.

“Es evidente que la mejor política pública para eliminar la pobreza y reducir la desigualdad es el empleo, no los programas asistenciales, ni los programas que propician la búsqueda de prebendas, y menos el uso político de los recursos. Inversión debe ser el principal objetivo”, enfatizó el CEESP.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...