La recuperación económica se encuentra lejos de mostrar signos de solidez y tasas de crecimiento necesarias para un bienestar de la población, afirmó el sector privado.

EL Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que las discusiones pendientes sobre la Ley de Banco de México y sobre la subcontratación u outsourcing no generan un clima de negocios que otorgue confianza a la inversión.

“Pero hay que reconocer que la inversión privada se ha vuelto cautelosa ante un ambiente tan inseguro”.

Agregó que acumula ocho trimestres con caídas anuales y es probable que este comportamiento continúe mientras no haya señales de políticas económicas más congruentes con lo que requiere el crecimiento económico.

Destacó que las cifras más recientes indican que en el tercer trimestre la inversión privada tuvo un repunte de 25.6 por ciento respecto al trimestre previo, en términos anuales se mantuvo 18.8 por cientp por debajo de su nivel del año previo.

Enfatizó que está lejos de lo que se necesita para estar en el trayecto de una recuperación sólida hacia una tasa de crecimiento satisfactoria.

“La economía iniciará débil el 2021. Posiblemente será hacia mediados del año que se presenten indicios de mejora”.

La mejora económica será solamente inercial, debido a la ausencia de señales de un apoyo decidido por parte de las autoridades a la conservación de la planta productiva, el empleo y la economía de millones de hogares, especificó el CEESP.

“Hasta ahora, las señales no generan optimismo. La aprobación, o más bien la imposición, de un incremento de 15 por ciento a los salarios mínimos generales y profesionales en toda la república para 2021 es inoportuno, por decir lo menos, en un momento de fragilidad excesiva de la economía y falta de liquidez de las unidades productivas”.

El aumento salarial podría convertirse en un peso importante para las empresas, particularmente las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), quienes pueden verse en la necesidad de reducir sus plantillas laborales por el elevado costo de contratación.

“Sin duda, el aumento al salario mínimo, especialmente en las circunstancias actuales, favorece la informalidad y, con ello, puestos de trabajo menos productivos y con remuneraciones inferiores a las formales. Todo ello actúa en contra de la productividad del país”, aseguró el sector privado.

Aunque las expectativas han mejorado ligeramente, no implica que la perspectiva apunte al inicio de un proceso de recuperación, simplemente la economía retoma su evolución inercial de antes de la pandemia, reiteró el CEESP.

Para conseguir mejores resultados, se requieren de acciones decisivas para apoyar la actividad económica y las autoridades harían bien en considerar la importancia de proteger el empleo y con ello el bienestar de los hogares, así como la viabilidad de las fuentes de trabajo, concluyó el sector privado.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...