La inminente aprobación de la reforma fiscal de Donald J. Trump se vislumbra como el as sobre la manga para la continuidad del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá que se firmó en la década de los 90´s.
La continuidad del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) tiene mayores posibilidades para que continúe entre los tres países integrantes. Tan es así que las calificadoras y bancos tan importantes como Bank of America Merrill Lynch le auguran una sobrevivencia, aunque lograr su modernización no lo ven sencillo.
Para principios del 2018 el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) que preside Juan Pablo Castañón prevé un avance del 50 por ciento, con avances en algunos capítulos, que dependerá su cierre la “voluntad política”.
Con esta panorámica se cataloga a la reforma fiscal de Trump como la válvula de escape para que el TLCAN no cuente con las presiones que desde la campaña para llegar a la Casa Blanca el presidente norteamericano pregonó en contra de México y el déficit comercial.
El presidente Trump podrá esgrimir que cumplió una de sus promesas de campaña de reducir los impuestos y agregar competitividad tributaria a la nación de las barras y las estrellas para hacerla atractiva a la inversión.
Con esta reforma aprobada por el Congreso estadounidense se impulsa la captación de inversión y un posible regreso de capitales y empresas que ofrecerán los empleos que necesita, aunque se menciona por los especialistas que hasta el momento el empleo se encuentra en niveles históricos, “en pleno empleo”, ya que las empresas tardan hasta 31 días en cubrir las vacantes que tienen en su organización.
Este supuesto tendrá su prueba de fuego durante Enero, en la sexta ronda de negociación del TLCAN, en la que se espera cerrar varios capítulos y disminuir las presiones sobre las cuestiones de salarios y reglas de origen, que Estados Unidos pide se modifiquen, lo mismo que Canadá.
Parece que se alinearon los astros para que el TLCAN siga adelante y se eviten “encontronazos” entre el poder empresarial y la Presidencia de Estados Unidos al cumplir promesas de campañas que benefician directamente al electorado norteamericano.