Una reforma fiscal en la administración de la presidenta Sheinbaum Pardo se orientaria a mayor fiscalización, observación milimétrica en las devoluciones de impuestos y eficiencia tributaria, advirtió el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).
El vicepresidente fiscal, Rolando Briceño Silva, en la conferencia mensual, detalló que la reforma fiscal no será tangible, es decir, con modificaciones en las tasas de los impuestos federales o nuevos gravámenes, será orientada de manera diferente.
“Orientada a automatización de procesos, restricción y un cuidado con el tema de las devoluciones, precisión a la hora de fiscalizar, con el objetivo de seguir con el costo en la reducción del 30 por ciento por cada peso. Definitivamente tiene que haber una reforma fiscal próximamente”.
Rolando Briceño Silva, vicepresidente Fiscal IMCP
Adelantó que en el IMCP se trabaja en un proyecto para aminorar el déficit fiscal sin que se convierta en un lastre adicional para los empresarioscon mayor recaudación fiscal, no forzosdamente del incremento de impuestos.
Explicó que se trabaja en una propuesta con créditos blandos para las pequeñas y medianas empresas (pymes) para que el “pagar impuestos no sea caro y díficil”.
Por su parte, el presidente del IMCP, Héctor Amaya Estrella, reiteró que la reforma fiscal es un tema necesario para incrementar la recaudación con recativación de la actividad económica.
“Creo que necesitamos enfocar las pilas de una reforma fiscal hacia otros rumbos, no necesariamente hacia los aumentos de los impuestos”.
Héctor Amaya Estrella, presidente IMCP
Finalmente, señaló que una aplicación de un arancel del 30 por ciento por parte de la administración Trump a las exportaciones mexicanas tendría un efecto negativo de 1.2 por ciento en el crecimiento económico de este año.