La aprobación de la reforma constitucional al poder judicial y la eliminación de los órganos autónomos afectaría la llegada de inversión nueva podría generar “una gran incertidumbre” y poner “freno” al nearshoring, consideró el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El presidente del IMEF, José Domingo Figueroa Palacios, señaló que la reforma al poder judicial disminuiría la confianza y seguridad jurídica de los inversionistas por el proceso de voto popular ante una posible politización en las designaciones, lo que abriría la puerta para que los jueces pudieran enfrentar presiones externas que puedan comprometer su independencia e imparcialidad.
La reforma judicial debería ofrecer seguridad a los inversionistas internacionales con mecanismos que les garanticen el estado de derecho.
“Los inversionistas deben tener la posibilidad de dirimir disputas comerciales en los tribunales expertos en materia energética, minera, de telecomunicaciones o de cualquier otra índole”.
José Domingo Figueroa Palacios, presidente IMEF
Figueroa Palacios destacó que la nueva inversión se redujo sustancialmente, de doble dígito a menos de 3 por ciento en los últimos años.
“En 2020 el 14 por ciento era nueva inversión, en el 2021 era el 26 por ciento, en el 2022 el 40 por ciento y para 2023 era el 9 por ciento y en 2024 es el 2.92 por ciento, la inversión nueva tiene que ver con el nearshoring, allí es donde preocupa de manera importante… pero con la expectativa de la reforma judicial y eliminación de órganos autónomos podría crear una gran incertidumbre y frenar de manera importante las inversiones, como lo estamos viendo”.
José Domingo Figueroa Palacios, presidente IMEF
La eliminación de los órganos autónomos como la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) tendría graves consecuencias para la economía y la confianza de los inversionistas, porque se dejaría de contar con organismos técnicos especializados necesarios para evitar la intervención gubernamental sesgada que altere decisiones técnicas de libre competencia y concurrencia en el mercado mexicano , sostuvo el presidente del IMEF.
Con este escenario el clima de negocios se reduciría o eliminaría la oportunidad que representa el nearshoring al frenar o retrasar las inversiones que requiere México para crecer por arriba del 2 por ciento del PIB, promedio de crecimiento de la economía mexicana en lo que va de este siglo.
El presidente del IMEF destacó que el motor de crecimiento en los años siguientes será la llegada de caítal extranjero ante los limitados recursos que se tienen en los ingresos públicos por la consolidación fiscal de gasto público en el 2025 y en los años siguientes.
El presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos, Víctor Manuel Herrera Espinosa, apuntó que si el gobierno siguiente no logra consolidar el déficit público se estaría en la ante sala de la “pérdida del grado de inversión”.
El IMEF para el cierre de año prevé un crecimiento de la economía de 1.7 por ciento para este año y para el año siguiente de 1.5 por ciento. En cuanto al tipo de cambio del peso mexicano para cierre de año es de 19 pesos y para el año entrante en 19.45 pesos por billete verde.