El mayor logró que tuvo la administración Peña Nieto que culminó el viernes pasado fue la aprobación de 11 reformas estructurales y su mayor pendiente, el resultado de las mismas para elevar la calidad de vida de todos los mexicanos, señaló el sector privado.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) destacó que “posiblemente el mayor éxito del sexenio, fue la aprobación de 11 reformas estructurales en 2014 y sobre las que se apoyaba la perspectiva de una mejora de la actividad económica del país que se preveía estuviese creciendo a una tasa de 5 por ciento hacia finales del sexenio impulsada por estas reformas: Reforma Laboral; Reforma Energética; En Materia en Competencia Económica; Reforma en Telecomunicaciones y Radiodifusión; Reforma Hacendaria; Reforma Financiera; Reforma Educativa; Nueva Ley de Amparo; Nuevo Sistema Penal Acusatorio; Reforma Política-Electoral; y Reforma en Materia de Transparencia”.
Sin embargo, enfatizó que “es claro que las medidas que se llevaron a cabo para fortalecer la estabilidad macroeconómica no fueron suficientes para que el ritmo de crecimiento de la economía se elevara en beneficio de la población”.
Además, algunas medidas como el “gasolinazo” causaron fuertes molestias entre la población, la que se reflejó en un caída de aprobación del Ejecutivo Federal.
El CEESP señaló que en materia económica los resultados tampoco fueron del todo favorables. Si bien el empleo formal mejoró significativamente, al grado de que se denominó a este el sexenio del empleo, la precarización del mercado laboral se agudizó, ya que lo nuevos puestos de trabajo que se generaron se concentraron en los niveles salariales más bajos.
El manejo de las finanzas públicas tampoco escapa a los cuestionables resultados, apuntó el sector privado, ya que a lo largo del sexenio se insistió en resaltar la salud de las cuentas públicas, se anunciaron recortes preventivos con el objetivo de inhibir la dinámica que mantenía el gasto público. “Sin embargo, estos no se reflejaron claramente en la evolución de asignación de los recursos”, puntualizó el CEESP.
El sector privado concluyó que “no hay duda de que el sexenio que terminó deja retos importantes que se deberán atender de manera inmediatal, pues la crisis de confianza que existe en las autoridades refleja la debilidad el estado de derecho, por lo que es fundamental atender puntualmente los problemas de inseguridad, impunidad y corrupción, de tal manera que el entorno sea propicio para un desempeño económico eficiente”.