El crédito refaccionario y de avío o habilitación obtuvieron calificaciones reprobatorias de acuerdo con la revisión realizada en 2018 por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
El crédito refaccionario tiene la finalidad de financiar a los productores la adquisición, reposición o sustitución de maquinaria o equipo y otros activos fijos relacionados con su actividad productiva. Se dirige a personas físicas y morales con actividades agropecuarias, forestales, pesqueras y demás actividades económicas vinculadas al medio rural.
De las 20 entidades requeridas completaron el proceso 10, toda vez que una no respondió al requerimiento y 9 reportaron no haber colocado producto en el periodo requerido e igualmente quedaron fuera de la evaluación: Protección Patrimonial, Define, Comarca Lagunera, Industria de la Construcción de Aguascalientes, Industria Litográfica, Provincia Mexicana, Mixta de Coahuila, Progreso y Tabasco.
La calificación final promedio del sector fue de 2.0 sobre un total de 10 puntos, sólo una obtuvo una calificación aprobatoria con 6.1 puntos, que fue Unión de crédito Allende.
Por su parte, el crédito de avío se orienta a la adquisición de materias primas, materiales, gastos directos de explotación, así como para cubrir necesidades de capital de trabajo y está fundamentalmente dirigido a personas físicas y morales con actividades agropecuarias, forestales, pesqueras y demás actividades económicas vinculadas al medio rural con necesidades de financiamiento para capital de trabajo.
De las 20 entidades requeridas, completaron el proceso 11, toda vez que 9 Uniones de Crédito reportaron no haber colocado producto en el periodo requerido, quedando fuera de la evaluación: Credicor Mexicano, Concreces, Define, Comarca Lagunera, Industria de la Construcción de Aguascalientes, Provincia Mexicana, General, Mixta de Coahuila y Regional del Norte de Veracruz.
Las 11 entidades evaluadas obtuvieron una calificación promedio de 0.9 puntos.
Los principales incumplimientos en ambos créditos se ubican en: carátula no vinculada al contrato, no se entrega tabla de amortización o pagos al usuario.
Además, no incluye la indicación de no establecer nuevas comisiones, ni incrementar su monto, salvo en caso de reestructura previo consentimiento expreso del usuario.
El contrato tampoco indica que cada vez que se reciba un pago anticipado se entregará la tabla de amortización correspondiente, ya sea por escrito o bien por el medio pactado para la entrega de los estados de cuenta. Asimismo, no se prevén los términos y condiciones para recibir pagos adelantados.
Tampoco se indica el monto total a pagar, la fecha de corte para el cálculo de intereses, los seguros que tiene cada uno y la obligatoriedad de los mismos.
En los estados de cuenta no se indica el saldo base para el cálculo de interés ordinario y moratorio.
A Septiembre de 2018, el saldo de la cartera total de las Uniones de Crédito sumó 50 mil 978 millones de pesos, de la cual las entidades evaluadas tuvieron un saldo de cartera de 9 mil 129 millones de pesos, que representa el 18 por ciento.