El nearshoring para ser aprovechado de manera eficiente debe atender cuestiones de energía, agua y regulación gubernamental, y así revertir la falta de atractivo de inversión de años previos, indicó BBVA.
En su informe Situación Regional-Sectorial México 23S1 que las empresas que se instalan o amplían operaciones en el territorio nacional buscan acercar su cadena productiva a los Estados Unidos.
Destacó que en el periodo 2018-2022, México captó 19 por ciento menos IED con respecto a lo acumulado durante 2013-2017.
Especificó que en Manufactura la caída fue más pronunciada alcanzó el 41 por ciento.
En términos de divisiones regionales, todas presentan caídas en la inversión de manufactura, entre las que destacan las regiones metropolitana y sur, con pérdidas de alrededor de 15 mil y 11 mil millones de dólares (mdd), respectivamente.
A pesar de esto, se perciben avances en sectores como electrónicos y computación en la región Noroeste, y en Equipo de Transporte y Metálica Básica en Noreste.
Una encuesta realizada por Banxico detalla que, del universo de empresas entrevistadas, alrededor del 25 por ciento de aquellas beneficiadas por relocalización se encuentran integradas en cadenas globales de valor con un perfil exportador.
El documento enfatizó que México debe preparar su matriz energética para una expansión con el desarrollo de energías renovables que, además de ser más eficientes en términos de costos, representan una mejora en términos de emisiones que en el mediano plazo podría ser un requisito cada vez más relevante para las empresas.
También se deben satisfacer la demanda de cuestiones hidráulicas que afectan el asentamiento de las empresas.
Además, lo favorecería en términos de competitividad como en el cumplimiento de
acuerdos internacionales relacionados al cambio climático.
Asimismo, debe trabajar en una mejora regulatoria en términos de trámites y permisos para reducir el número de incidencias que las empresas de parques industriales reportan.