Algunos miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) consideraron que uno de los factores internos que aminora la incertidumbre interna es un resultado amplio en las elecciones y los planes del nuevo gobierno en materia de finanzas públicas.
En el documento del banco central sobre decisión de política monetaria del pasado 17 de mayo, un integrante destacó que es difícil prever la magnitud y duración de estos episodios de volatilidad, pero estimó que “un factor que podría acentuarla sería un diferencial reducido entre el ganador y el segundo lugar”.
Otro agregó que una vez finalizado el proceso electoral, será importante contar a la brevedad con los detalles de las acciones que el gobierno entrante pretenda implementar en materia económica, particularmente respecto del manejo de las finanzas públicas.
Otro advirtió que “independientemente de quién resulte ser el ganador en la contienda electoral, comienza a generarse la percepción de que las finanzas públicas y la postura fiscal en general, pudieran sufrir un debilitamiento, ello dado que el ganador de los comicios tendrá que cumplir con diversas acciones y políticas públicas comprometidas en su campaña”.
Asimismo, apuntó que por el aumento de la deuda de los últimos años, dicha situación se vuelve “un riesgo muy importante ante la debilidad estructural que muestran las finanzas públicas y que los efectos adversos que pudiera tener se verían magnificados si la calificación del riesgo soberano de México sufriera un deterioro como consecuencia de dicha eventualidad. Agregó que este riesgo podría considerarse de corto, mediano y largo plazos”.
Por otra parte, todos los miembros destacaron que en los primeros cuatro meses de 2018 la inflación general anual continuó una trayectoria descendente, resultado, en buena medida, de las acciones de política monetaria que ha adoptado el instituto central.
Sin embargo, no descartaron presiones inflacionarias en los meses siguiente.