La preocupación no es Claudia Sheinbaum Pardo en la Presidencia de la República, es la posible y casi inminente de mayoría calificada en el Congreso de la Unión Federal y las reformas constitucionales pendientes y las que pudiera plantear Movimiento de Regeneración (Morena) en el sexenio 2024-2030.
Por principio de cuentas hay que mencionar que Sheinbaum Pardo en su campaña y primer mensaje como ganadora de los comicios electorales destacó que será un gobierno incluyente y respetuoso de la oposición para trabajar en la construcción de un México menos desigual.
La futura Presidenta de los Estados Unidos Mexicanos, Sheinbaum Pardo, una especialista en cuestiones energéticas, reconoció en diversos foros con el sector privado la importancia de las energías renovables y en la que dijo que el Estado seguirá como rector con la participación de los privados.
Las reacciones al término de sus participaciones fueron de tranquilidad, no se notó una preocupación sobre la relación entre los agentes económicos y el gobierno federal.
Lo que se planteó durante toda el proceso de campaña por la oposición y el sector privado era la necesidad de mantener un sistema de contrapesos que permita contener los excesos que se presenten por los cambios legislativos que provengan de los Poderes Legislativo y Ejecutivo Federal.
Hay cambios constitucionales planteados por el presidente López Obrador y que puede ser abordados por el Legislativo en Septiembre y pudieran aprobarse por Morena y sus aliados al contar con mayoría calificada para ser aprobadas antes de entregar la banda presidencial a Sheinbaum Pardo.
En la Cámara de Diputados Morena puede obtener 346 a 380 curules en el Palacio de San Lázaro en el que se requiere para mayoría calificada dos tercios o tres cuartas partes del número total de votos o votantes, es decir, 334 votos para los cambios constitucionales.
En el Senado de la República la alianza Sigamos Haciendo Historia puede obtener 76 a 88 curules, y se requieren 85 votos de los ocupantes de los curules para que se realicen cambios constitucionales.
La reforma constitucional del Poder Judicial que se plantea por la cuarta transformación es la que preocupa, ya que a la fecha ha sido el que ha puesto el freno a la Transformación en la reforma del sistema eléctrico, los fideicomisos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y está por decidir del fondo pensiones de Bienestar, entre otras.