Los estados de la República Mexicana que tienen una fuerte vinculación con el comercio, la inversión y las remesas con Estados Unidos pueden tener complicaciones con la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de América, señaló la agencia calificadora Fitch Ratings.
La calificadora especificó que en cuestiones de comercio exterior con su enfoque proteccionista podría afectar a los estados por la revisión del T-MEC al aumentar las barreras comerciales con impactos para los estados de Baja California, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, y Tamaulipas, que dependen en gran medida de las exportaciones a la unión americana.
Un aumento en los aranceles y políticas de importación más estrictas podrían reducir la competitividad de los productos mexicanos en el mercado estadounidense, disminuiría los ingresos fiscales derivados de la actividad económica y afectaría la recaudación del Impuesto Sobre la Nómina (ISN).
En las cuestiones de Inversión Extranjera Directa (IED) y relocalización detalló que la incertidumbre política y económica generada por la victoria de Trump podría desalentarla, en particular, la relocalización de empresas en México.
Los estados con mayores impactos serían: Baja California, Ciudad de México, Nuevo León, y San Luis Potosí, que han atraído inversiones importantes desde Estados Unidos y podrían ver una reducción en proyectos nuevos de inversión si las políticas de Trump se enfocan en repatriar la producción manufacturera a su territorio.
En este caso hay que recordar el caso de Ford que tenía proyectos en México que se suspendieron y que varias empresas preferían no anunciar sus planes en territorio mexicano para evitar atraer la atención del mandatario estadounidense.
Además, sus políticas fiscales y regulatorias más restrictivas también podrían hacer menos atractivo invertir en México, señaló Fitch Ratings.
Sobre las remesas y políticas de inmigración detalló que los recursos que envían los paísanos mexicanos son una fuente crucial de ingresos para estados como Chiapas, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, y Zacatecas que podrían reducirse por las políticas de inmigración más estrictas, lo que afectaría el consumo y la estabilidad financiera de estas regiones.
Una disminución en las remesas podría impactar directamente la demanda interna y calidad de vida de las familias que dependen de estos ingresos, afectando la capacidad fiscal de los estados y aumentando el gasto social debido al incremento en la demanda de servicios públicos y programas sociales.
Esta situación podría ser resultado de un aumento en la deportación de migrantes mexicanos y de asentamientos nuevos debido a una contención mayor del flujo de migrantes de provenientes de Centroamérica y otras latitudes.
Para compensar la caída en los ingresos fiscales y financiar el aumento en el gasto social, los estados podrían recurrir a un endeudamiento mayor por una posición de liquidez presionada, advirtió la calificadora.