Las vacaciones de verano por los menos serán un 15 por ciento más caras en comparación con el año pasado, destacó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) por el aumento de precios en transporte terrestre, peaje, gasolinas y alimentos.
El hospedaje se incrementó en más de un 8.42 por ciento; los restaurantes en 9.81 por ciento; el transporte terrestre en 6.21 por ciento y el traslado en vehículo propio un 3.74 por ciento, ya que las gasolinas han incrementado su precio en el último año: 2.17 por ciento la premium y 1.39 por ciento la magna.
El peaje de las autopistas se ha incrementado en un 10.81 por ciento, mientras que viajar en avión reporta una baja de precio de 4.14 por ciento respecto al 2022.
Para 7 de cada 10 vacacionistas los destinos serán las playas. Las zonas turísticas más socorridas en este verano son la Riviera Maya, la Riviera Nayarita, las Bajas Californias, Guerrero, Oaxaca y Acapulco, que aun con sus altos niveles de inseguridad que atraviesa sigue siendo el destino más popular de los capitalinos y los turistas del centro del país por ser una playa económica y asequible a los distintos bolsillos de los paseantes.
Los niveles socioeconómicos altos, en su mayoría, tomarán su periodo de descanso; tan sólo 4 de 10 de la clase media viajarán y los de escasos recursos quedarán marginados de la ecuación vacacional, ya que para ellos el descanso y el recreo no son opción pues viven de lo que ganan al día.
De 45 por ciento de los turistas lo hará sólo por un fin de semana, un 41 por ciento por una semana completa, 12 por ciento por más de una semana y un 2 por ciento lo hará pasado el periodo vacacional, buscando encontrar tarifas más bajas.
Un 33 por ciento de los mexicanos que vacacionen este verano en cualquiera de los formatos gastarán de 5 mil a 10 mil pesos; el 25 por ciento contempla un gasto de 3 mil a 5 mil y 20 por ciento de 10 mil a 20 mil, un 12 por ciento calcula gastar menos de 3 mil y tan sólo un 10 por ciento gastará una cifra mayor de los 20 mil pesos.