Este año, el primero del gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, no alcanzará ni el tan criticado crecimiento inercial del 2 por ciento de las administraciones anteriores, y tendrá que redoblar esfuerzos para cumplir la meta del 4 por ciento en promedio.
A mitad de año se habla de que hay inversión, empleo, crecimiento, consumo, pero hay una desaceleración económica y las palabras no concuerdan con la realidad que se vive en México (no se coquetea con la idea de resolver los problemas del país de manera inmediata, casi mágica, ni que vuelvan los anteriores gobernantes), por lo que el gobierno tendrá que ponerse las pilas y hacer que sus palabras se conviertan en mejorías para la población en general.
El crecimiento de este año se espera que sea por debajo el uno por ciento o ligeramente por arriba de esta cifra, lejano al 2 por ciento.
A pesar de que estamos a mitad de año se puede afirmar que este año económicamente hablando en inversiones está terminado, ya que esperan definiciones y actuaciones del nuevo gobierno para generar confianza y buenos entendidos, pues cómo lo dijo en la mañanera el Presidente, nunca dije que se iban a continuar las rondas, pero si dije que se respetarían los contratos y no se ha cancelado ninguno solo.
Bajo este panorama de entendidos y mal entendidos (empresarios y Presidente) se habla que habrá un órgano que revisará en qué se invertirá, lo que hace pensar que en este año ya no se ejecutarán grandes inversiones, y en caso de que todo mejore se realizaría el año entrante.
Con la salvedad de que en 2020 se tienen elecciones en Estados Unidos y Trump estará en campaña, y México será uno de sus elementos, lo que nuevamente tendrá repercusiones en el ambiente económico del país al no tener ratificado el T-MEC por Estados Unidos –prevén los especialistas- y no saber en qué tenor se darán las relaciones comerciales en América del Norte, por lo que seguirá un ambiente de incertidumbre para ejecuciones de proyectos.
En fin, si 2019 es un año de bajo crecimiento, para el año entrante no se contemplan grandes mejoras, y mucho tendrá que hacer el gobierno de López Obrador para que el motor de crecimiento sea el mercado interno y su información (la del Presidente) y la que se percibe por gran parte de la comunidad mexicana no tengan grandes discrepancias.
Bienvenido el 2020, esperemos que traiga mejoras en las condiciones económicas de todos los mexicanos: pobres, clase media y alta, pues todas forman parte de México.