Las economías emergentes en este 2020 deberán realizar reformas estructurales para mejorar el clima de negocios, estado de derecho, incrementar la productividad y atraer inversiones, enfatizó el Banco Mundial (BM)
En los mercados emergentes y las economías en desarrollo se espera que este año el crecimiento se acelere hasta ubicarse en un 4.1 por ciento.
El repunte no es generalizado, y para establecer esta proyección se da por supuesto que mejorará el desempeño de un pequeño grupo de economías grandes, algunas de las cuales están saliendo de un período de debilidad considerable.
Se prevé que cerca de la tercera parte de los mercados emergentes y las economías en desarrollo se desacelerarán este año como consecuencia de que el volumen de las exportaciones y las inversiones será menor al esperado.
En vista de que el crecimiento de las economías emergentes y en desarrollo probablemente se mantendrá bajo, los responsables de formular políticas deberían aprovechar la oportunidad para encarar reformas estructurales que impulsen un crecimiento de base amplia, factor esencial para reducir la pobreza, afirmó la vicepresidenta de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Grupo Banco Mundial, Ceyla Pazarbasioglu.
“Las medidas dirigidas a mejorar el clima para los negocios, el Estado de derecho, la gestión de la deuda y la productividad pueden contribuir a lograr un crecimiento sostenido” puntualizó la funcionaria del BM.
Se espera que para este año el crecimiento regional aumente a 1.8 por ciento, conforme se consolide el crecimiento en las economías más grandes y se eleve la demanda interna en toda la región.
En Brasil, se prevé que el aumento de la confianza entre los inversionistas y la flexibilización gradual de las condiciones del financiamiento y el mercado laboral sirvan de base para que el crecimiento se acelere al 2 por ciento.
En México, el crecimiento aumentará al 1.2 por ciento debido a que disminuye la incertidumbre normativa y contribuirá a que las inversiones repunten.
Argentina se prevé se contraiga a un ritmo más lento, del 1.3 por ciento. En Colombia, los avances en los proyectos de infraestructura permitirán respaldar un aumento en el crecimiento, previsto en un 3.6 por ciento.
Asimismo, se espera que el crecimiento de América Central se consolide en un 3 por ciento, gracias a la flexibilización de las condiciones crediticias en Costa Rica y el alivio tras los problemas en los proyectos de construcción en Panamá.
En 2020 el crecimiento de la economía mundial se acercará, según las previsiones, al 2.5 por ciento a medida que las inversiones y el comercio se recuperen gradualmente, concluyó el BM.