Los mexicanos tienen invertidos en Estados Unidos más de 40 mil millones de dólares (mdd) y hay historias de inversionistas que han triunfado al perseguir el sueño americano en la nación de las barras y las estrellas.
De acuerdo con cifras del gobierno norteamericano al cierre del 2019 se tenían invertidos en la unión americana 42 mil 902 mdd en acciones.
El autor del libro, Ganar, el arte de invertir en Estados Unidos, Alejandro Dabdoub Smutny, explicó cuáles son los factores que permiten consolidarse como un sólido inversionistas en la unión americana.
Al relato de Dabdoub Smutny se suman la de tres inversionistas mexicanos más: Marianna Camino, Alex Méndez y Gabriel España, quienes hicieron negocios en ese país para posteriormente residir en esa nación.
El autor comenzó en los negocios con la organización de un concierto de Timbiriche a desarrollador inmobiliario en Texas.
Antes de que cumpliera la mayoría de edad, a los 17 años, Alejandro Dabdoub hizo su primer negocio. Se encargó de organizar un concierto de Timbiriche en la Universidad Anáhuac de la Ciudad de México, a finales de los 80, cuando la banda estaba en la punta de la ola de su popularidad.
“Todo salió bien. Luego hice otros negocios como importar suvenires desde la Unión Americana, manejar un restaurante, tuve una importadora de vinos y hasta produje cuatro películas de cine. Todo ello me llevó a ampliar mi red de contactos. Con uno de esos contactos tuve una plática que me daría una idea”, agrega el empresario, quien cuenta con más de 20 años invirtiendo en México y Estados Unidos.
En esa conversación se enteró de los beneficios que podía obtener si invertía en desarrollos inmobiliarios en Estados Unidos, incluida la residencia.
El inversionista cuenta que ya había hecho negocios en bienes raíces en México, pero nunca en la Unión Americana y menos a la escala como los que está actualmente participa.
“No fue fácil, porque hay cosas que uno no sabe cómo inversionista. En mi caso, no sabía que no podía invertir con una visa de turista. Estuve en riesgo de que me deportaran y no iba a poder entrar a Estados Unidos en cinco años. Afortunadamente arreglé mis papeles, con ayuda de mi equipo de trabajo en sólo seis meses. Ahora me he establecido como inversionista en desarrollos inmobiliarios en Texas y toda mi experiencia la he plasmado en la publicación de mi libro, Ganar, el arte de invertir en Estados Unidos”, explica Dabdoub Smutny.
Por su parte, Marianna Camino rompió roles de género para ser miembro de un consejo de administración.
“Lloré muchas veces. No recuerdo cuantas. Cuando llegué a Washington DC, no tenía empleo y tampoco ningún contacto que me ayudara”, recuerda Marianna Camino, sobre sus primeros días en Estados Unidos.
En México, aparentemente lo tenía todo: un trabajo estable en una institución financiera, un salario competitivo, su familia y el reconocimiento escolar que le daba haber estudiado una licenciatura de negocios en el Tecnológico de Monterrey. Pero lo dejó atrás cuando emigró a la Unión Americana, en compañía de su esposo.
“Empecé a buscar empleo en Linkedin. Con personas que creía me podrían ayudar, les conté de mi experiencia y lo que había estudiado. Fue duro, pero al final me contrataron en el Banco Mundial. Tuve otros empleos y muchas veces sufrí con los estereotipos de género y de juventud. La mayoría de las personas con las que trabajo superan los 45 años y a veces no me tomaban en cuenta por mi edad. No fue fácil”, cuenta Camino.
Marianna cuenta que posteriormente calificó para una vacante para el consejo de administración de Verdigris / BrightFi, una empresa que ofrece soluciones financieras a otras firmas. “Vencí esos estereotipos. Soy ejemplo de que las mujeres podemos estar en puestos de toma de decisiones”.
La crisis económica de inicios y mediados de los 90 llevó a Axel Méndez a mudarse de México. Cuenta que era insostenible mantener su negocio de autopartes que tenía en el país porque la crisis había afectado sus finanzas y ahora proveedor de Home Depot.
“Tenía familiares y amigos que vivían en Estados Unidos, en Wisconsin. Por aquella época los visité y me plantearon la idea de invertir en el sector de la construcción, específicamente en las estructuras de piedra. Tenía incertidumbre, porque nunca había invertido en ese rubro, o en ese país”, relata Méndez.
Pero ese sentimiento duró poco tiempo. Decidió arriesgarse. Siguió el consejo de sus cercanos. Con ellos, invirtió en dicho sector.
“Fue complicado el cambio, pero ellos me ayudaron. Pude traer a mi familia a vivir en el país, por mi calidad de inversionista. No me quejo, el trabajo duro rindió frutos y ahora surto material a Home Depot. No se necesita tener un capital multimillonario para invertir en Estados Unidos, sólo tienes que tener un buen plan, entender de financiamiento y no ceder ante las dificultades”.
Gabriel España estudió en la UNAM de México y en la Escuela de Negocios de Columbus en Estados Unidos. Vivió en ambos países y cree que la calve para ser un empresario exitoso en la Unión Americana radica en un punto fundamental, que no necesariamente están ligados con hacer negocios.
“Es fundamental conocer la cultura y costumbres de los estadounidenses, del mercado objetivo. Para ello necesitas contratar asesores financieros, para que no arriesgues tu inversión. Es un error pensar que, si tuviste éxito en un sector en tu país de origen, esa misma fórmula te servirá en Estados Unidos”, agrega el inversionista
Esta teoría le ha ayudado a España a invertir exitosamente en bienes raíces en varios estados del sur de Estados Unidos.
También le ha llevado a ser nombrado Presidente de las Américas en el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, una asociación civil que agrupa a miembros del sector financiero mexicano, que tiene presencia en 20 ciudades de nuestro país. Así ha ganado reconocimiento empresarial en la Unión Americana.