A pesar de que el gobierno de México ha impulsado una serie de acciones para dotar de fortaleza a la empresa productiva del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex), los esfuerzos no son apreciados por la agencia calificadora Moody´s, quien degrado la nota crediticia.
Las reducciones sobre la nota crediticia de Pemex no son una sorpresa para los mercados, de hecho, se prevé que sigan en descenso por la estrategia que ha tomado la administración López Obrador de “rescatarla” para impulsar el desarrollo nacional con la producción total de combustibles de manera local y cero exportaciones hacia el final de su gobierno.
Lo que llama la atención sobre las posturas de las calificadoras es que Pemex durante más de 15 años ha sido fuertemente criticado por su manejo financiero, y nunca se le cuestionó severamente, como a la fecha, a pesar de las inyecciones de capital y la reducción de la carga fiscal para la petrolera del Estado en los últimos años.
En 2008 esta agencia tenía la nota crediticia de la petrolera Baa1 con una perspectiva estable a pesar de que en su nota de opinión argumentaba que pesar de los cambios regulatorios para otorgar mayor autonomía a Pemex y la apertura al capital privado en sectores energéticos, las reformas no alcanzaban cambios sustanciales que ayudarían a promover la exploración de hidrocarburos y desarrollo, particularmente en las aguas profundas del Golfo de México, que tiene las mejores perspectivas de México para reservas futuras.
La calificadora reconoce que la administración federal desde el 2016 ha realizado esfuerzos para apoyar a Pemex con inyecciones de capital, reducciones de impuestos y amortización anticipada de pagarés por cobrar del gobierno.
A estas acciones habría que agregar el combate al robo de combustible que causaba mermas por unos 30 mil millones de pesos al año y que ahora desde su implementación ha generado 50 mil mdp para la empresa productiva del Estado.
Sin embargo, a pesar de todas las acciones por mejorar el perfil de Pemex, Moody´s redujo la calificación a Ba2 porque a pesar de los elevados precios del petróleo no cuenta con un elevado flujo de efectivo .
El “rescate” de Pemex no es una tarea sencilla y deberá enfrentar presiones a pesar de los esfuerzos que se realizan para que esta empresa del Estado ofrezca los beneficios que no cumplió la reforma energética de combustibles a precios competitivos y sea un eje para el desarrollo nacional.
Para el año entrante se contempla una inyección de recursos por 37 mil mdp por parte del gobierno federal.