Un estudio a 46 refrescos en el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor reveló que varias marcas no cumplen con el contenido ni con los ingredientes mencionados en las etiquetas.
El estudio encontró que la marca SISI sabor naranja de 2.6 litros no declara la cantidad de edulcorante que adiciona; y que Barrilitos ponche, sangría Señorial y Chaparritas señalaron tener un tipo de azúcares pero presentan otro.
El análisis a 46 productos de bebidas saborizadas advierte que la mayoría de ellas contiene exceso de calorías y azúcares, y a algunas se les adicionan cafeína y edulcorantes, que no son recomendables para niños y niñas.
En el caso de SISI, refresco carbonatado sabor naranja (México) en su presentación de 2.6 litros, no declara la cantidad del edulcorante Acesulfame K, como lo solicita el “acuerdo por el que se determinan los aditivos y coadyuvantes en alimentos, bebidas y suplementos alimenticios, su uso y disposiciones sanitarias”.
SIDRAL AGA sabor de manzana (México) de 2 litros, a su vez, señala en sus ingredientes «concentrado elaborado con 20 por ciento jugo de manzana«; sin embargo, el contenido final en el producto es de apenas 1.0 por ciento de jugo.
El estudio de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) incluyó 22 productos que adicionan azucares y edulcorantes no calóricos, 8 que sólo adicionan azucares, 15 que son sin calorías y uno que es bajo en calorías.
Entre otros aspectos, se verificaron leyendas en etiquetas, contenido de edulcorantes no calóricos y conservadores; que cumplieran con la cantidad del contenido neto declarado, cantidad de azúcares totales en las bebidas, ya fuera fructosa, glucosa, sacarosa o mezclas de ellas.
Destacó que los productos que no cumplen con las Normas Oficiales Mexicanas pueden ser sujetos a medidas precautorias y sus proveedores a requerimientos y, en su caso, a procedimientos por infracciones a la Ley.
Respecto a la declaración de azucares añadidos, el producto BARRILITOS, refresco sabor ponche tropical (México) de 2 litros ostenta contener fructosa pero contiene jarabe de alta fructosa; SEÑORIAL, bebida carbonatada sabor sangría (México) 355 ml., ostenta contener fructosa y contiene jarabe de alta fructosa; y CHAPARRITAS, refresco sin gas pasteurizado (México) de 250 ml., ostenta contener jarabe de azúcar de caña y contiene jarabe de azúcar invertido de caña.
Además, estos 3 productos, junto con sangría SEÑORIAL LIGHT, bebida carbonatada sabor sangría sin azúcar (México) 600 ml., ostentan la Contraseña Oficial (NOM-218-SSA1-2011), pero no demuestran el cumplimiento con las condiciones de su uso.
Algunos productos no cumplieron el contenido neto declarado:
- AMEYAL, refresco sabor fresa kiwi (México), declara dos litros y tiene 1.96 litros.
- JUMEX NARANJADA FRUTZZO, bebida carbonatada mineralizada sabor naranja (México) 600 ml., declara 600 ml. y tiene 582 ml.
- ZING, refresco carbonatado sabor naranja sin calorías (México), declara 3.3 litros y tiene 3.24 litros.
Por su parte, LA CROIX. Sparklin Water Orange Naturally Essenced (Estados Unidos) 355 ml., presenta su información comercial en idioma inglés y no en español como debiera.
- FREELIFE, agua gasificada con extracto natural naranja-mango (México) 355 ml., no demostró «100% natural».
- KAS, bebida saborizada naranja (España) 330 ml., no demostró «Intenso sabor a cítrico con gas».
- JARRITOS, refresco sabor de toronja (México) dos litros., no demostró «¡Qué buenos son!».
- SCHWEPPES, bebida saborizada naranja (España) 330 ml., no demostró «Bebida refrescante con extractos, con azúcar y edulcorante».
- AMEYAL, sabor fresa kiwi (México) dos litros, no contiene fruta aunque en su leyenda dice “Refresco Frutal” que, aunque, es un registro de marca puede inducir a engaño, ya que no contiene fruta.
El estudio subraya que el consumo frecuente y en exceso de refrescos puede ocasionar sobrepeso y obesidad, lo que aumenta el riesgo de padecer diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
El documento alertó que la mayoría de las bebidas saborizadas superan los 25 gramos de azucares que una persona debería consumir como máximo al día, según recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y que el consumo de cafeína en niños y niñas se ha asociado con episodios de hiperactividad, ansiedad y alteraciones del sueño como insomnio.
