El comercio mundial atraviesa un periodo de profunda transformación con oportunidades de crecimiento regional en el que las empresas enfrentan desafíos estructurales derivados de la fragmentación geopolítica, la volatilidad en las cadenas de suministro y la transición hacia energías más limpias y sostenibles.
Esta nueva realidad obliga a adoptar una doble visión: aprovechar la regionalización y, al mismo tiempo, administrar riesgos financieros de manera proactiva con liquidez y seguridad en las operaciones.
En el Informe global de Atradius, «Promesas y dificultades en una nueva era del comercio mundial», se expone cómo las empresas pueden proteger su liquidez frente a riesgos emergentes y aprovechar las oportunidades de crecimiento regional.
La globalización extrema ha dado paso a la regionalización (friend-shoring), con empresas que buscan reducir riesgos en las cadenas de suministro con su reubicación y producción en bloques comerciales más seguros.
Exportaciones son un pilar de estabilidad y crecimiento
De acuerdo con datos de BBVA Research, en su investigación México: Panorama comercial e IED al 1S 2025, menciona que, durante el primer semestre de 2025, las exportaciones acumuladas de México alcanzaron 313 mil millones de dólares (mdd), con un crecimiento interanual del 4.3 por ciento, lo que refleja la resiliencia del país ante un entorno global incierto.
Este dinamismo se combina con el impulso del nearshoring, que atrae inversión extranjera directa, fortalece el sector manufacturero y genera oportunidades para cadenas de suministro más cortas y eficientes.
Sin embargo, este crecimiento viene acompañado de desafíos: la inflación y las altas tasas de interés aumentan el riesgo de crédito, lo que afecta especialmente a los sectores dependientes del consumo y generan presión sobre las cadenas de suministro.
Para capitalizar la reconfiguración comercial sin exponerse, las empresas mexicanas deben asegurar sus cuentas por cobrar, ya que no se trata solo de exportar más, sino de proteger la liquidez de cada transacción.
México es un pilar de resiliencia en este nuevo mapa comercial. Para capitalizar el auge del Nearshoring, las empresas deben entender que asegurar sus cuentas por cobrar ya no es una opción, sino un requisito fundamental para crecer sin riesgo.»
Daniel Llano, director comercial de Atradius México
Por otro lado, según datos de Banxico en su Reporte Analítico de Información Revisada de Comercio Exterior, el sector manufacturero, que representa cerca del 90 por ciento de las exportaciones mexicanas al primer semestre del año, continúa como la columna vertebral de la economía exportadora.
Al mismo tiempo, la diversificación hacia tecnología, autopartes, electrónica y energías limpias abre nuevas oportunidades de competitividad.
La nueva era del comercio mundial exige un equilibrio entre expansión comercial y protección financiera, una planeación estratégica que integre análisis de riesgo, innovación y sostenibilidad, y un enfoque en la resiliencia operativa y financiera.
Las empresas que logren gestionar de manera proactiva la liquidez de sus operaciones, anticipar riesgos y fortalecer sus cadenas de suministro estarán mejor posicionadas para dominar los mercados del futuro y consolidar a México como un referente global de competitividad y estabilidad en comercio exterior.
Las operaciones de comercio exterior pueden tener un pronto cobro por un pago adelantado o transferencia rápida y hasta 90 días o más, lo que depende de la estructuración del pago más unos 5 días en la transferencia internacional bancaria.
Daniel de Llano
Director comercial de Atradius México




