Un mes, Abril, pone en jaque la relación laboral de los empleados,  patrones y gobierno federal porque se manifiesta que no tienen ingresos para hacer frente a las obligaciones contractuales y fiscales que tiene la empresa.

Los grandes empresarios argumentan que los pequeños y medianos empresarios (pymes) no cuentan con la capacidad para realizar los pagos de la nómina, de impuestos y cuotas obrero patronales, por lo que es necesario un apoyo de parte del gobierno federal para que puedan conservar la viabilidad de la empresa y los empleos se mantengan intactos para los siguientes 90 días.

Pero durante la etapa neoliberal se utilizó como principal arma de competitividad y control de la inflación un alza marginal y vergonzosa en los salarios, que en algunas ocasiones fue menor al precio de un boleto del sistema de transporte colectivo Metro.

Una gran cantidad empresarios no quieren sacar recursos de las alforjas para enfrentar un mes de nómina y obligaciones, en las que muchas hay un esquema de outsourcing o tercerización que afectan la cotización del empleado frente a las autoridades de seguridad social, vivienda y el retiro de la vida laboral que se ha utilizado por largos años.

México en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se encuentra en la parte más baja del pago a los trabajadores.

Durante más de 25 años los empleados apoyaron la generación de riqueza en las empresas nacionales y extranjeras (sin contar los beneficios gubernamentales que recibieron algunos empresarios y empresas) y ahora que se habla de apoyarlos por un mes existen mil y un peros para conservar los empleos y cumplir los requerimientos que tienen las empresas con los empleados en la seguridad social.

Los negocios son para ganar, como reza en el capitalismo salvaje, pero hasta los organismos multilaterales como el Banco Mundial (BM) reconocen la necesidad de apoyar los más vulnerables en todo el mundo por la pandemia y que cada país lo deberá hacer de acuerdo a sus posibilidades.

Hay muchas distorsiones en el mercado laboral, tan sólo se habla de una evasión de cuotas obrero patronales por 21 mil millones de pesos (mdp) de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Mucho se habla de un nuevo mundo laboral y financiero en la etapa post Covid-19 y todo parece indicar que en México hay poca confianza de una parte del sector empresarial de obtener resultados positivos, o mejor dicho, no les gustan las bases que se buscan para impulsar el desarrollo económico del país sin abismos económicos.

La división ya existía antes del Coronavirus y se enfatizó aún más con la crisis sanitaria, sólo falta esperar que tono tomará para lo que falta del sexenio.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...