La recuperación de la economía mexicana en el 2023 podría verse afectada por una desaceleración internacional mayor a la anticipada, volatilidad en los mercados financieros internacionales, altas tasas de interés por un tiempo prolongado y una debilidad en la demanda interna, advirtió el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF).
En México, el CESF indicó que los mercados financieros nacionales mostraron un comportamiento mixto y con episodios de volatilidad por un ambiente de mayor incertidumbre y aversión al riesgo.
Enfatizó que el peso mexicano siguió con resiliencia, aunque con cierta volatilidad. Por su parte, las tasas de interés de corto plazo aumentaron y las de mediano y largo plazos disminuyeron significativamente.
Indicó que la actividad económica nacional ha seguido su proceso de recuperación gradual y hacia los mses siguientes persiste el riesgo de un mayor debilitamiento de la demanda interna, tanto por el consumo como por la inversión, así como un menor dinamismo de las exportaciones mexicanas por el entorno de debilidad en la actividad económica global.
Enfatizó que el sistema bancario mexicano sigue resiliente, y, en general, con una posición sólida con niveles de capital y de liquidez que exceden con holgura los mínimos regulatorios. Sin embargo, la morosidad de algunos segmentos de la cartera crediticia de la banca podría incrementarse por los riesgos señalados.
En cuanto a los intermediarios financieros no bancarios, destacó que algunas instituciones han enfrentado dificultades asociadas al encarecimiento y menor disponibilidad de sus fuentes de fondeo.
Destacó el CESF que a pesar del entorno complejo la calificación crediticia soberana de México continúa con grado de inversión con una perspectiva estable, lo mismo que la de Pemex.
En el terreno internacional persisten riesgos para la estabilidad financiera por prolongadas presiones inflacionarias y un agravamiento de las tensiones geopolíticas.
Asimismo, indicó que las condiciones financieras podrían apretarse más y presentarse episodios de volatilidad en los mercados financieros globales, con posibles implicaciones en los mercados nacionales.
Además, destacó que persiste el riesgo de que el proceso de recuperación de la economía mundial se vea rezagado por una desaceleración mayor a la anticipada.
El CESF enfatizó que la inflación global continúa elevada, aunque en diversas economías ha disminuido ante menores presiones en los precios de alimentos y energéticos.
La política monetaria en diversas jurisdicciones continuó con aumento en sus tasas de referencia, que en algunos casos fue a un menor ritmo.
Las previsiones indican que las tasas permanecerán en niveles elevados por un periodo prolongado. De hecho, en su última reunión, la Reserva Federal aumentó el rango objetivo para la tasa de fondos federales en 50 puntos base, después de cuatro incrementos consecutivos de 75 puntos base cada uno.
Finalmente, enfatizó que los resultados indican que el riesgo de mayor inflación a la esperada es el más mencionado, tanto a nivel interno como externo.