El presidente Andrés Manuel López Obrador la semana entrante realizará una revisión con sus 4 gabinetes los avances en el primer trimestre del año a su programa de gobierno en todos los aspectos: económicos, seguridad, política social, etc.
A lo largo del trimestre el primer mandatario ha insistido en que el tiene información de que “vamos bien” a pesar de que se habla de presiones en el aspecto económico con la caída en la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que se debe en parte a la desaceleración económica y al programa de la frontera norte.
La recaudación en el primer bimestre en el Impuesto Sobre la Renta (ISR) fue de 306 mil 619.5 millones de pesos (mdp) con un crecimiento real de 3.1 por ciento en comparación al mismo periodo del año pasado.
Pero la recaudación en el IVA muestra una situación drástica en la recaudación de este gravamen al caer 8.2 por ciento, es decir, a 165 mil 682.7 mdp, cuando en el mismo periodo del año pasado se recaudaron 173 mil 315.3 mdp.
El primer trimestre de la cuarta transformación sostiene que la directriz de anticorrupción moverá a la forma de gobierno, pero las formas de hacerlo no son bien recibidas hasta el momento por la comunidad de negocios nacional al sentirse relegada.
En el Tablero de control compras de gobierno a Marzo de 239 entidades registras más de 50 se encuentran en rojo en sus compras a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
Una conclusión a priori será ver que la administración López Obrador asuma una postura objetiva de gobierno, al asumir que ni todo está mal, ni todo se encuentra excelente, que mencione los avances y reconozca aquellas políticas y decisiones que no han surtido efectos para recomponer el rumbo del país.
En caso de ser así, será un signo alentador de diferencia de Foxilandia y Peñalandia, administraciones que sólo vieron éxitos, aunque el desarrollo del país no reflejó sus palabras.