La pandemia del Covid-19 borró con el optimismo que se tenía en por la ratificación del acuerdo comercial de América del Norte y conforme la recuperación económica avance las principales opciones serán el autoempleo y la informalidad, señalaron especialistas.
“El optimismo por los nuevos empleos que podría traer consigo la ratificación del T-MEC contrastabaconel pronóstico de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la pérdida deunos 172 mil empleos, dado el desempeño de la economía mexicana en 2019”, sostiene el director general dela Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos, (Amedirh), Mauricio Reynoso.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (INEGI) del tercer trimestre de 2020, hubo una disminución de 3.6 millones de personas en la Población Económicamente Activa, al pasar de 57.3 millones a 53.8 millones. La tasa de desocupación pasó de 3.7por ciento a 5.1por ciento a nivel nacional.
Por su parte, el IMSS reporta que la disminución del empleo entre Enero y Octubre es de 518 mil 609 puestos, de los cuales 90.9 por ciento corresponde a empleos permanentes. Hacia finales de febrero, se registraron 20.6 millones, pero en Marzo y Mayo se sintió el duro embate del COVID-19.
“En los meses siguientes ha habido una leve y lenta recuperación que, hacia finales de Octubre, resulta en 19.9 millones de puestos registrados por el IMSS”, recapituló el directivo.“La distinción entre permanentes y eventuales se ha mantenido estable en alrededor de 85.5 por ciento y14.5 por ciento, respectivamente”.
Respecto a la informalidad, el Inegi estimó que en Octubre la población subocupada aumentó en 4.4 millones, al pasar de 4.3 millones a 8.7 millones.
En los primeros meses del año, la ocupación informal descendió hasta 47.7 por ciento debido a que también hubo una gran pérdida de trabajos informales.
La condición de informalidad del empleo acentúa la pobreza laboral: mientras que sólo 8 por ciento de los trabajadores formales ganan hasta un salario mínimo y más de 34 por ciento de los ocupados en la informalidad ganan hasta un salario mínimo, a menudo sin seguridad social.
Todas estas dinámicas afectan desproporcionadamente a los trabajadores de bajos ingresos, cuyo riesgo de desempleo es más alto.
Los mejor pagados se ven favorecidos por el hecho de que el trabajo remoto ha sido una de las estrategias privilegiadas por las organizaciones frente a la contingencia.
Por otra parte, un estudio de Manpower reveló que 7 por ciento de las empresas contemplan aumentar sus contrataciones, la mayoría confía en que será a principios de 2021 cuando podría recuperarse la mitad de los empleos perdidos.
La búsqueda activa de puestos de trabajo parece estar contenida de momento, pero es de esperar que,al reactivarsela economía con mayor fuerza,las personas tendrán como principales opciones el autoempleo o la informalidad.
Una nota técnica de la OIT considera que 44 por ciento del empleo total en México tiene un alto riesgo de verse afectado por la pandemia; es decir, unos 24 millones de trabajadores podrían experimentar una disminución en horas o salario; incluso, advierte que la tasa de desempleo podría llegar este año a 11.7 por ciento de la población económicamente activa, equivalente a 6 millones de personas.
La mejoría depende en gran medida de la evolución de la pandemia. No obstante, por razones tan complejas como el propio ser humano (desde la politización del uso de mascarilla hasta el desgaste emocional por el confinamiento), en distintas zonas del mundo han aumentado los casos, lo que posterga la recuperación económica.
“Para ganar esta partida, los líderes deben echar mano de resiliencia, flexibilidad, imaginación y paciencia”, concluyó el director general de Amedirh.