El nerviosismo proveniente de la propagación del Covid-19 y de los desequilibrios del mercado petrolero tienen un efecto negativo que puede reflejarse en un decrecimiento mayor al 5 por ciento por las restricciones y suspensiones de la actividad económica en México, pronosticó el sector privado.
Para superar y reactivar la economía lo antes posible, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), consideró necesario tomar medidas que impulsen al aparato productivo en su conjunto.
El CEESP recomendó que las autoridades fuesen más cautelosas en sus declaraciones y decisiones porque diversas declaraciones y acciones de funcionarios gubernamentales generan inquietud e impiden detener la caída de la inversión privada.
“El Secretario de Semarnat, Víctor Manuel Toledo, declaró que el virus más fatal que hay en la sociedad es el virus del empresario. Obviamente, esta posición daña las perspectivas de inversión productiva y crecimiento económico y no ayuda en nada a la integración social de nuestro país”.
El CEESP consideró que este tipo de actitudes no generan el ambiente adecuado para los negocios, el que se encuentra deteriorado por la pandemia Covid-19 y la caída de los precios del petróleo.
Indicó el organismo del sector privado que mayor cautela y mesura en la narrativa oficial ayudarían a promover la solidaridad entre la población y a cerrar la brecha de la convivencia social, elementos que sin duda se requieren particularmente para enfrentar la crisis sanitaria, económica y posiblemente social que claramente se avecinan.
De acuerdo con la Confederación de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) la contingencia sanitaria genera pérdidas diarias del sector equivalentes a 28 mil millones de pesos (mdp), que representa el 0.2 por ciento del PIB del sector terciario.
“Si se supone un impacto similar en el resto de los sectores de la economía por aproximadamente 30 días, el efecto sobre el PIB total podría ser superior a 5 puntos del PIB”.
Para enfrentar este escenario económico, dijo el CEESP que se necesitará un plan sólido para enfrentar la emergencia sanitaria, la volatilidad financiera, la caída de la demanda agregada y la disrupción de las cadenas de oferta que se avecinan.
La recuperación de la economía una vez que pase la emergencia debe de generar un entorno de confianza para facilitar la inversión privada mediante reglas, mensajes y propósitos sensatos y claros del sector público.
El gobierno debe diseñar y poner en marcha un programa integral de acciones que realmente permita, lo más rápido posible, la recuperación de la economía de manera sostenida en el mediano y largo plazos, apuntó el CEESP.