Los más de 340 mil comerciantes y prestadores de servicios en pequeño de la Ciudad de México (CDMX) solicita una segunda vuelta de apoyos gubernamentales para que el regreso a las actividades laborales tenga una recuperación económica.
La Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope CDMX) que preside Eduardo Daniel Contreras Pérez destacó que la reactivación económica no sólo debe recaer en los propietarios de los negocios.
Se estima que sólo el 10 por ciento de las microempresas cuentan con algún tipo de ahorro que les pudiese servir para afrontar esta transición sin embargo no es suficiente”.
“Confiamos en que las autoridades sumarán su apoyo y generarán mecanismos de financiamiento útiles para optimizar el éxito en la reapertura de estas unidades económicas durante este periodo de transición”, puntualizó la Canacope CDMX.
Los costos para una óptima reinserción de estas entidades económicas se estima en un rango que va de los 70 mil a los 350 mil pesos, tomando en cuenta que estas unidades entran al terreno comercial con ciertas carencias como; sueldos de empleados (de 1 a 8 en promedio), gastos operativos y de mantenimiento, renta, luz, agua, gas, teléfono, internet, material de limpieza y desinfectante, adeudos por préstamos, entre otros.
El panorama económico para los 345 mil negocios que buscan reintegrarse a su actividad cotidiana en la Ciudad de México representa un gran reto, indicó en comunicado de prensa.
Al permanecer cerradas estas unidades económicas acumularon deudas, perdieron clientes, empleados, oportunidades y pérdidas mensuales de más de 50 mil pesos desde que inicio la contingencia alcanzando un impacto económico en pérdidas estimado en poco más de 112 mil mdp para el sector.
Si bien la esperanza de reactivación económica en la Ciudad de México está basada en el arranque de estos 345 mil negocios, consideramos necesario hacer un llamado a las autoridades para realizar una segunda vuelta de apoyos para la reactivación de los negocios, adaptar más espacios de consumo, fortalecer el impulso al crecimiento económico y conservar los empleos que se generan gracias a estos negocios.
La Canacope señaló que dependen del color naranja para poder conservar la esperanza y la actividad comercial formal, ya que de no mejorar la situación por la contingencia sanitaria es probable que se dé un fenómeno de migración significativo hacia el comercio informal como una “válvula de escape” para estos negocios.