La administración López Obrador para conseguir un desarrollo integral no sólo debe contar con los programas planteados para su gobierno, debe contar con la continuidad de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) e incluir las propuestas de la sociedad para el impulso regional, señaló la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

El sector patronal consideró que para lograr un crecimiento nacional incluyente, se deben potenciar las regiones desde la comprensión de sus fortalezas particulares, abandonando la idea de la delimitación estrictamente estatal. 

Especificó que se debe dejar de lado la perspectiva centralista y fomentar una visión económica integral, que tome en cuenta las particularidades de cada región para generar políticas públicas acordes a cada situación específica, que se tenía en la administración anterior las Zonas Económicas Especiales (ZEE), que no se impulsaron de manera contundente. 

Por si fuera poco, en el gobierno que encabeza el presidente, Andrés Manuel López Obrador, a casi 40 días de su inicio no ha manifestado su intención de continuar con el proyecto, enfatizó la Coparmex. 

Además, la nueva administración federal ha propuesto el llamado “Programa de Estímulos Fiscales para la Frontera Norte” y algunos proyectos emblemáticos de infraestructura en el sur y sureste, como el Tren Maya y la construcción de una refinería en Tabasco. Por otro lado, se ha anunciado un programa de siembra de árboles frutales maderables en la misma región del País. 

Si bien demuestra la intención de incidir en las regiones, estos son esfuerzos aislados que no pueden ser considerados verdaderos programas de desarrollo regional. Desde nuestra perspectiva, estos proyectos no contribuyen a un crecimiento integral y sostenible de la productividad de las regiones. 

Desde 1985, el desarrollo de las diferentes zonas del país ha sido profundamente disímil. El peso de los estados del norte, expresado en porcentaje del PIB nacional, se incrementó de 23 a 28 por ciento, mientras que el de los estados del sur disminuyó de 20 a 16 por ciento, según el informe de política nacional de desarrollo regional SEDATU 2014. 

Las desigualdades regionales de México no han cambiado de modo sustancial y siguen siendo grandes. Según datos del INEGI, en los últimos cinco años, por ejemplo, el crecimiento promedio de la región norte y centro ha sido del 3.3 por ciento, mientras que la zona sur sólo ha experimentado un crecimiento del 1.1 por ciento. 

Apuntó que la visión integral debe fomentar programas de política pública enfocados en regiones con condiciones económicas similares y no necesariamente en estados aislados, como se ha venido haciendo en el ámbito gubernamental. 

Coparmex en el año 2016, propusimos el programa del Corredor Central del Bajío con el fin de integrar la economía de 25 municipios en 8 estados y potenciar el desarrollo de esa región. 

Otro de los problemas es la falta de inclusión de las entidades federativas y de los particulares en los Planes Nacionales de Desarrollo, señaló. 

Si queremos promover el desarrollo regional hace falta una visión integral que incluya una verdadera participación de las regiones: tanto de los estados y municipios como de la inversión privada y los particulares. 

Las políticas de desarrollo regional no deben partir de ocurrencias o ideas carentes de una sustentación técnica, sino de diagnósticos claros y discusión incluyente que permitan la planeación a largo plazo y generen resultados sostenibles en el tiempo, concluyó Coparmex. 

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...