La recuperación de la economía mexicana es lenta con un incremento de precios en productos y servicios que no se pudieron realizar durante el año pasado por la pandemia y la ruptura en las cadenas de valor, explicaron los ejecutivos de finanzas.
En Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) indicó que la inversión fija bruta, ventas y producción de automóviles, las ventas al menudeo, exportaciones, importaciones y en lo relativo al mercado laboral presentan números favorables.
Sin embargo, en el proceso de recuperación la inflación repunta que responde a un proceso inédito que responde a una combinación de choques de oferta y demanda en 2020, cada uno con su dinámica propia.
Por el lado de la oferta, se presentó una afectación a las cadenas de suministro (internacionales y locales) por la suspensión de actividades económicas y cierres fronterizos.
También la recesión afectó el lado de la demanda con presión a la baja en los precios finales, y muchos productores absorbieron los incrementos en el costo de sus insumos, por ejemplo, en luz y gas, y ahora tratan de recuperar los aumentos que no efectuaron en 2020.
Además, en muchos bienes y servicios la variedad y disponibilidad decreció, lo que incrementa los precios.
La combinación de estas condiciones singulares hace que los mecanismos de formación de precios relativos tengan que ser mejor entendidos y estudiados en su dinámica microeconómica.
En ese contexto de mayor inflación, la Junta de Gobierno del Banco de México decidió, de manera sorpresiva, incrementar la tasa de referencia en 25 puntos base a 4.25 por ciento.
Las 3 principales encuestas coinciden, por ahora, en una inflación para 2021 de 5.0 por ciento, concluyó el IMEF.