Las expectativas de crecimiento económico mejoran, pero no representan la actividad económica real porque la base de comparación del año pasado es muy baja, a pesar de que puede alcanzar la cifra más alta en una década, advirtió el sector privado.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) explicó que la mejoría se debe a la confianza de que los indicadores económicos mejorarán significativamente su desempeño en los próximos meses, además del impulso que se prevé de la bonanza por la que atraviesa la economía de los Estados Unidos.

No obstante, el desempeño actual de los indicadores, la velocidad del proceso de vacunación y las condiciones internas generales de la economía no parecen apuntar hacia una recuperación franca y sólida, y menos a una que lleve a un crecimiento potencial satisfactorio en los próximos años, enfatizó el CEESP.

Los resultados económicos que se presentarán en los próximos meses será resultado de un efecto aritmético debido al cambio en la base de comparación, o “efecto base”, por los bajos niveles en los que se ubicaron en el segundo trimestre de 2020 con el impacto del confinamiento.

A partir de Abril se observarán fuertes incrementos anuales en virtud de la drástica disminución que se presentó durante el confinamiento que comenzó en ese mes en el 2020.

“Resalta también que si el PIB real se mantiene durante todo el año en su nivel del último trimestre de 2020 (cero incremento en 2021), el crecimiento anual del segundo trimestre sería poco mayor al 16por ciento y en el año en su conjunto alcanzaría 3.5por ciento, la mayor tasa desde 2011”.

Centro de Estudios Económicos del Sector Pricado

En el segundo trimestre las tasas de crecimiento de diversos indicadores respecto al año previo seguramente serán elevadas, pero no implicará directamente que el país esté crezca, enfatizó el CEESP.

“La realidad es que es probable que el aparente dinamismo del segundo trimestre, a pesar de su magnitud, sea insuficiente para alcanzar el nivel de actividad de 2018, y que en realidad la economía continuará debilitada, con pocas señales de una recuperación sólida pronta y lejos de alcanzar un crecimiento potencial mayor a 2.5 por ciento como se ha visto en los últimos años”.

Centro de Estudios Económicos del Sector Privado

El sector privado consideró que para aprovechar dichas oportunidades es necesario un cambio radical de actitud oficial frente a la inversión privada, nacional y extranjera. México no es una excepción.

La economía mexicana saldrá de la crisis de la pandemia muy afectada, con cicatrices profundas, el país tiene grandes oportunidades frente a sí, pero requiere que políticas públicas dejen de ser hostiles con la inversión, concluyó el CEESP.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...