La cuarta transformación frenó la inversión privada en el sector energético con repercusiones negativas en la percepción de inversionistas y ahora el gasto público se enfoca a sus proyectos con tintes electorales para el 2021 y 2024, destacó el sector privado.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) enfatizó que con la llegada del abanderado de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República, “la actividad económica inició un proceso de debilitamiento que, al cabo de casi 24 meses, ya ha redundado en un periodo recesivo tras reportar cinco trimestres consecutivos con variaciones negativas”.

Consideró que las acciones de política económica han sido contrarias a la inversión productiva y al crecimiento económico, prácticamente nulas, para mitigar los efectos de las crisis sanitaria y económica.

El programa de la cuarta transformación en materia de infraestructura y gasto social han contribuido a un entorno de confusión y preocupación.

El CEESP señaló que el gobierno no atiende las propuestas del sector empresarial de reactivar la inversión en infraestructura a lo largo del país, lo que es especialmente preocupante en lo que se refiere a las inversiones en energía.

“Las autoridades han fortalecido la intención de retomar el control de actividades que aparentemente consideran exclusivas del Estado, como la generación de electricidad, mediante cambios regulatorios en acuerdos administrativos que atentan contra la seguridad jurídica de los contratos de inversionistas y el estado de derecho, y ha detenido para fines prácticos la inversión privada en hidrocarburos”.

Las autoridades parecen no estar dispuestas a reconocer la gravedad de la situación y frecuentemente descalifican propuestas alternativas para mitigar los efectos de la contracción económica y que contribuyan a la eventual recuperación de la inversión, el crecimiento y el empleo.

Además, en medio de una innegable crisis económica con fuertes consecuencias para la población, especialmente la de menores ingresos, y de una crisis sanitaria que todo indica que está en vías de ser una de las más graves del mundo hasta ahora, el gobierno ha decidido acelerar el ritmo de construcción de sus proyectos emblemáticos.

“Sus acciones se concentran en cumplir con un plan de gobierno que se fraguó en una realidad del país y del mundo muy distinta a la actual y, como todo indica, en consolidar y fortalecer la base electoral de su partido en vista de los comicios del 2021 y del 2024”.

En este contexto, es natural que las malas noticias se acumulen y generen elevados niveles de incertidumbre que inhiben la inversión productiva.

Recientemente la consultoría A. T. Kearney publicó que México salió de las primeras 25 posiciones del ranking para recibir inversión extranjera.

Los factores que llevaron a México a perder su posición en el índice de IED, resalta su bajo crecimiento histórico y la ausencia de un plan de desarrollo económico y social con una visión estratégica clara y articulada, así como los constantes cambios en las reglas relacionadas con la reforma energética; inversiones privadas que se detienen sin fundamento legal después de haber sido aprobadas e impulsar obras de infraestructura de alto costo y bajo impacto.

Destacó el sector privado que la situación del país es muy compleja y lo que se requiere es tomar medidas claras y acertadas para procurar una recuperación de la economía que no sea sólo el “efecto rebote” que se anticipa para el 2021, sino que se pueda lograr un crecimiento potencial más alto que el de los últimos años, a fin de lograr un verdadero progreso, sólido y sostenible, con productividad y bienestar.

“De continuar con elevados niveles de incertidumbre, falta de apego a reglas claras y señales confusas de política económica, las expectativas apuntan a menor inversión, menor crecimiento y mayor desigualdad y pobreza”, concluyó el CEESP.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...