El gobierno federal encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene una 2021 muy complicado en materia económica, y su respuesta será parte del compromiso presidencial de no fallarle a sus electores y al desarrollo del país.
Sin duda deberá hacer mucho más a lo realizado a la fecha, ya que muchos estudiantes no pueden seguir sus estudios en las escuelas privadas, a las que muchos tuvieron que acudir por no alcanzar un lugar en el sistema público.
Muchos padres se quedaron sin ingresos por las afectaciones de la emergencia sanitaria del Covid-19 y han logrado una generación parcial de recursos, pero no similar a la que tenían antes de la pandemia.
Diferentes sectores han hecho propuestas para apoyar la educación y los ingresos de las personas, a los que no han hecho eco las autoridades federales.
Se reconoce y felicita su posición de no endeudar más al país, pero debe buscar soluciones que apoyen a la ciudadanía para que sigan con su educación y las familias recuperen lo antes posible sus ingresos para mantener un nivel de vida, que en su mayoría nada tiene que ver con excesos y extravagancias.
En su segundo informe de su gobierno y en el paquete económico las respuestas parece que seguirán ausentes porque se mantiene en que los apoyos directos son un apoyo que llega a 60 millones de familias y no se rescata a grandes empresarios con carga al erario.
Sus palabras y optimismo deberán reflejarse en los hechos cotidianos de elevar el nivel de vida de los ciudadanos, a por lo menos el que se tenía antes de Marzo, cuando comenzó la sana distancia y las restricciones a las actividades económicas.
Si no hay respuestas claras, contundentes y con impacto positivo en el corto plazo, la administración López Obrador seguirá con el pendiente económico, que eventualmente al término de su administración quedará como todos los presidentes anteriores: tache en terreno económico, porque México y sus habitantes no ven el famoso desarrollo que se prometió por contar con un gobierno que lucha frontalmente contra la corrupción.
En estos días el gobierno federal deberá por lo menos tener una respuesta a las cuestiones de colegiatura para estudiantes, reactivación de pequeñas y medianas empresas con la compra de gobierno, programas de impulso al empleo (no sólo con sus obras federales y sembrando vida), financiamiento pymes…
El presidente López Obrador y sus secretarios de Trabajo y Previsión Social (STPS), Economía (SE), Hacienda y Crédito Público (SHCP) deberán responder a muchas inquietudes y preocupaciones que viven los habitantes del país en materia económica, en la que no ven un futuro claro, a pesar del optimismo presidencial de que México saldrá adelante.