Elel 23 por ciento de la economía informal se encuentra en la mira del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y los organismos aglutinados en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quienes firmaron un decálogo para mejorar la recaudación tributaria.
El presidente de la Confederación de las Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), José Manuel López Campos, reiteró que la economía informal del país es un cáncer que genera el 60 por ciento de empleos y casi el 23 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Especificó que de cada 100 pesos del PIB, 77 pesos lo generan 43 por ciento de las personas ocupadas dentro de la formalidad, mientras que los restantes 23 pesos provienen del 60 por ciento de los empleos informales.
“El 38 por ciento de la economía informal se ubica en el comercio al menudeo, 27 por ciento en la industria manufacturera, 13 por ciento en servicios, transporte y almacenamiento y el 22 por ciento en otros ”, detalló López Campos.
Destacó el presidente de Concanaco que en este combate debe frenarse el contrabando “que había sido tolerado por los tres niveles de gobierno”.
El presidente del CCE, Carlos Salazar Lomelín, señaló que este convenio se “emprende una real cruzada en contra de la corrupción, inequidad, desigualdad, pobreza y en contra del crecimiento. Uno de los síntomas es la informalidad”.
Por su parte, la jefa del SAT, Margarita Ríos Farjat, puntualizó que de acuerdo con estudios del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), el 26 por ciento de las familias necesita el trabajo y sólo tiene la oportunidad en la informalidad en el ambulantaje.
“Tenemos que alinearnos todos para lograr sacar al país adelante. Para nosotros el tema de valores se traduce en eficiencia recaudatoria, será más barato el gobierno, fiscalizar será menos gravoso, pero en tanto existan una gran cantidad de personas que decidan mantenerse al margen y maximizar sus beneficios económicos en un franco soslayo a la seguridad social, tiene que darse una fiscalización profunda, en beneficio de los ordenados para que no paguen la factura de los que están al margen”.
Ríos Farjat concluyó que el decálogo fiscal del bueno mexicano se basa en la legislación tributaria vigente del Código Fiscal de la Federación (CFF), Impuesto Sobre la Renta y del Valor Agregado (IVA).