La economía mexicana en 2023 vivirá un escenario de desaceleración y turbulencia que difícilmente permitirán lograr la meta económica del gobierno federal sel 3.0 por ciento, señaló el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El presidente saliente, Alejandro Hernández Bringas, quien estuvo al frente del IMEF a lo largo de este año, apuntó que la desaceleración económica será principalmente por el desempeño de la economía internacional, específicamente por lo que sucederá en las economías avanzadas, como la estadounidense por su desaceleración o posible recesión.
El presidente entrante, José Domingo Figueroa Palacios, en un comentario indicó que el año entrante será turbulento.
Hernández Bringas señaló que las empresas deberán ser cuidadosas en las decisiones financieras porque se puede afectar el desempeño de la organización al recurrir a recursos más caros por las elevadas tasas de interés.
El presidente del comité nacional de estudios económicos, Mario Correa Martínez, destacó que «los errores financieros son más dolorosos en tiempos de altas tasas de interés».
El presidente del IMEF señaló que la política monetaria del Banco de México (Banxico) sería la herramienta más adecuada por el combate a la inflación, una de las cuestiones que roba la atención de las empresas para el año entrante por las complicaciones que representan para la viabilidad de los proyectos.
El IMEF proyecta un crecimiento de la economía mexicana en este año de 3.0 por ciento y para el siguiente de 1.2 por ciento, una inflación de 8.4 por ciento y de 5.1 por ciento en 2023 y un tipo de cambio de 19.90 pesos y para el cierre del año entrante en 20.80 pesos.
Por último, se advirtió que las cifras optimistas del gobierno en crecimiento pueden poner en aprietos a las finanzas públicas al tener que realizar recortes gubernamentales o un endeudamiento porque no se logran las metas recaudatorias, producto de una baja actividad económica.