Las próximas elecciones generan incertidumbre en términos presupuestarios para los gobiernos estatales y locales de Brasil y México, opinó la calificadora Fitch Ratings.

En México, los nuevos gobernadores estarán en una mejor posición en general, dado que dichos gobiernos locales presentan niveles de endeudamiento bajos, riesgos de refinanciamiento reducidos y márgenes operativos mayores en comparación con los brasileños.

Muchos estados mexicanos cuentan con déficits de infraestructura que han frenado la productividad y el crecimiento. El producto interno bruto (PIB) nacional creció 2.7 por ciento en los últimos 5 años. Sin embargo, el crecimiento del PIB en ámbitos locales no ha sido uniforme, con algunas entidades muy por encima y algunas por debajo de esta tasa de crecimiento.

La administración en turno inició el Programa Nacional de Infraestructura (PNI) para atender parte de estas necesidades con fondos federales y está previsto que este plan concluya en este año.

“Todos los candidatos a la presidencia han presentado propuestas relacionadas con infraestructura, pero es probable que cada uno desista de algunos proyectos en curso comenzados por la administración actual. Queda por ver cómo evolucionarán dichas propuestas de infraestructura y qué proyectos serán abandonados, lo que estará determinado por el financiamiento de infraestructura en el futuro”, consideró la calificadora.

En Brasil, los gobiernos estatales y locales sufren de limitantes fiscales causadas por pagos de pensiones crecientes, los cuales se aproximan a 25 por ciento de los ingresos corrientes. No está claro cómo enfrentará la nueva administración los gastos al alza en pensiones.

El PIB de Brasil se contrajo 0.6 por ciento anual en promedio de 2012 a 2017, lo que dejó a los gobiernos locales con restricciones fiscales severas.

En años recientes, el Gobierno Federal de Brasil ha hecho un poco más fácil el manejo de la deuda para los estados y gobiernos locales. El Gobierno Federal es el mayor acreedor de los estados.

La extensión reciente de la ley federal que permitió a los estados brasileños renegociar su deuda con el Gobierno Federal hizo manejables los pagos del servicio de deuda.

Además, los gobiernos locales y regionales de Brasil están relativamente protegidos de la depreciación reciente del real, puesto que menos de 10 por ciento de su deuda total está denominada en dólares estadounidenses.

Los gobiernos locales y regionales de México no pueden adquirir deuda en moneda extranjera. Los estados mexicanos presentan una dependencia alta del Gobierno Federal en términos de ingresos, por lo que la continuidad del financiamiento federal será importante durante la elección y la administración siguiente.

Fitch estima que los estados mexicanos que califica actualmente tienen un indicador de ingresos tributarios de 5 por ciento de los ingresos totales aproximadamente.

En comparación, este indicador fue de 58 por ciento para los estados brasileños en 2017. Sin embargo, el crecimiento nacional lento de Brasil hace que aumentar el crecimiento económico y la recaudación de impuestos sean factores importantes en el proceso electoral.

Un incremento reciente en la creación de microempresas (hasta 10 por ciento en algunos mercados) ha perjudicado la recaudación de impuestos en el ámbito estatal porque estas pagan un monto fijo menor en lugar de pagar impuestos estatales relacionados con el valor agregado (Imposto Sobre Circulacao de Mercadorias e Servicos).

México tendrá elecciones presidenciales, así como para la jefatura de gobierno de Ciudad de México y de ocho gobernadores en julio. En octubre, Brasil tendrá elecciones presidenciales, de gubernaturas estatales y legislativas.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...