La cúpula empresarial le solicita al gobierno del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y las autoridades que antes de que se publique la NOM 051 del etiquetado frontal en los productos procesados, se dialogue para alcanzar óptimos resultados en la salud de los mexicanos sin costos y sin daños económicos a las empresas al reducir la competencia económica.

El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelín, informó que durante el proceso de discusión de la NOM enfatizó que “están de acuerdo en el cambio del etiquetado frontal” de los alimentos procesados, pero en otros términos.

Explicó que el problema de la obesidad tiene que ser abordado desde tres vértices: consumidor más educado con cambios en sus hábitos de consumo, reformulación de los productos con menos contenidos de grasas, azúcares añadidos y sodio, y, un programa integral para “movilizar al mexicano, que haga ejercicio”.

Salazar Lomelín indicó que las autoridades no tomaron en cuenta las sugerencias “ ninguna fue aceptada por la autoridad, queremos ser parte de la solución y no hemos sido escuchados”.

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) indicó que “este nuevo etiquetado inhibe la posible nueva entrada de posibles nuevos productores de consumo”.

Se advirtió que este nuevo etiquetado frontal puede tener consecuencias legales con los socios comerciales de México y en las instancias internacionales, así como en los acuerdos de libre comercio que se tienen con Estados Unidos y la Unión Europea.

El presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Francisco Cervantes Díaz, calificó de “rudeza innecesaria” la decisión de las autoridades al aprobar la NOM 051, quien dijo que las autoridades manifestaron que su interés “es que desaparezca la industria procesadora”.

Salazar Lomelín solicitó a la administración federal se dialogue con el sector privado para alcanzar una respuesta consensada y efectiva en las empresas y la salud de los mexicanos.

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca) y vicepresidente de Concamin, Alejandro Malagón Barragán, apuntó que el cambio de etiquetado costará 6 mil millones de pesos (mdp) que no tendrían resultados en la salud de los mexicanos.

Profundizó que además se tendría que realizar inversiones para “laboratorios y sustitución de materias primas, sin considerar las repercusiones en a propiedad intelectual de las marcas y los inventarios que tienen que moverse. No se puede realizar un cambio a 6 meses, tienes que hacer la curva de valor y eso te va a costar bastante dinero”, concluyó el presidente de la industria de alimentos de conserva.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...