Monterrey, Nuevo León,.- Las exportaciones mexicanas seguirán creciendo este año y el entrante, aún en un entorno de proteccionismo comercial, y de una nueva política de promoción comercial del nuevo gobierno, afirmó el Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce).
En la víspera de la realización del XXVI Cogreso del Comercio Exterior Mexicano, el director general del Comce, Fernado Ruíz Huarte, reiteró que no se ha logrado una diversificación de las exportaciones mexicanas a mercados diferentes al de Estados Unidos.
Enfatizó que la desaceleración del mercado interno no afecta a las exportaciones, “al contrario, ayuda a que se busquen nuevos mercados”, para lo que se debe tener un desarrollo de valor agregado a las productos y servicios mexicanos que se enfocan a los mercados internacionales.
Ruiz Huarte apuntó que “el comercio exterior va bien, y va a seguir bien, estimamos un crecimiento de entre 2 a 3 por ciento en las exportaciones de este año para terminar con una balanza comercial favorable. Se esperan ventas superiores a los 450 mil millones de dólares (mdd) y para el siguiente año también se mantendrá el crecimiento, lo que dependerá de cómo camine la economía americana”.
Agregó que el comercio internacional de México “debe de seguir aprovechando vender al país que más le compra al mundo, el problema es que no le vendemos más a otros países. Se tiene que aprender de las certificaciones que se requieren en otros destinos comerciales como el medio oriente y el asiático, lo que lleva tiempo”, destacó.
Enfatizó que el 82 por ciento de las exportaciones no pueden ni deben seguir dependiendo del mercado estadounidense, “por eso no es tan sano depender de un país”.
Adelantó Ruiz Huarte que elaboran un documento para ayudar a la nueva administración federal en el proceso de simplificación administrativa por la desaparición de ProMéxico y la arquitectura gubernamental para promover el comercio internacional mexicano.
Finalmente, agregó que el nuevo gobierno y sus políticas complican el comercio internacional por el cierre de las delegaciones fuera de la Ciudad de México, así como las autorizaciones de los avisos automáticos que “realmente se convierten en aviso de importación y exportación”.