La firma del nuevo tratado comercial entre Estados Unidos, Canadá y México (T-MEC) manda señales de confianza y certidumbre a la región latinoamericana y en específico para los mercados industrial y corporativo, señaló Giovanni D´Agostino, Presidente para México y director regional para América Latina de Newmark Knight Frank (NKF).

Agregó que la firma del T-MEC, que se llevará a cabo este viernes 30 de noviembre dentro del marco de la Cumbre de líderes del G20 en Buenos Aires, Argentina, devolverá a nuestra región y país una muy necesitada confianza.

Se trata del acuerdo comercial más importante de los 46 con los que cuenta México, siendo éste el eslabón que mantendrá al país conectado a un mercado de 482 millones de personas, es decir, el 7% del planeta, en donde se generan el 28% del PIB y el 16% del comercio global, lo que significa poco más de un billón de dólares.

«Para Newmark, este nuevo tratado es de suma importancia para México y la región Latinoamericana, ya que en sus 24 años de existencia ha dado forma en muy buena medida a la industria de los tres países, creando sectores de gran relevancia y éxito comercial entre las fronteras.

“Los más destacados han sido la industria electrónica, con 63 mil millones de dólares; la producción de autos ligeros, con 44 mil millones de dólares; el sector eléctrico, con 28 mil millones de dólares; el agropecuario, con 12 mil millones de dólares, y autos pesados, con 7 mil millones de dólares.

“Estos sectores, gracias a la calidad y especialización de nuestra fuerza productiva, nos han dado una competitividad global y han ayudado al país a crecer al ritmo al que lo ha hecho los últimos años», apuntó D´Agostino.

Por su parte, Sergio Pérez Castilleja, director ejecutivo de Newmark Knight Frank México, destacó que como consecuencia de este acuerdo, las tres naciones buscan incrementar la competitividad de la región; establecer un ambiente de creación de empleos y comercio que sea responsable y justo, para poder colocar a nuestro bloque comercial en una posición privilegiada de competitividad, en un mercado en constante crecimiento con jugadores cada vez más sofisticados y poderosos.

Subrayó que en esta meta está involucrado el  mercado inmobiliario, y que la sensación de los desarrolladores inmobiliarios, tanto patrimoniales como institucionales frente al T-MEC es positiva, por las posturas que se han definido, y anotó que gracias a la denominación de origen, a las necesidades del comercio electrónico y al crecimiento del mercado interno, se espera una mayor absorción de espacio para manufactura de productos en la región.

«Todo esto se verá reflejado en un rápido crecimiento del inventario industrial en los principales mercados, tales como el de Monterrey, que cuenta con un inventario superior a los 5.72 millones de metros cuadrados clase A; o el de Tijuana, que agregó más de 100 mil metros cuadrados a su inventario en un solo trimestre del presente año, los cuales ya han tenido una absorción del 80% en ese mismo periodo.

También el inventario industrial de Guadalajara, que actualmente está en 1.61 millones de metros cuadrados, y claramente el de la Ciudad de México, que en dicho periodo integró 162 mil 800 metros cuadrados a su ya masivo inventario de 10.1 millones de m², con un incremento en construcción del 16.1%.

“Como referente, desde el 2008 hasta el presente año, el inventario industrial total nacional ha crecido de 36.7 a 62.3 millones de m², es decir, 42% a nivel nacional, con mercados como Guanajuato experimentando un crecimiento de más del 523%; Aguascalientes, 484%; Querétaro, 190% y Guadalajara 140% en la última década», subrayó Sergio Pérez.

Asimismo destacó que una buena señal para nuestro mercado, a la que no se le ha prestado la atención debida, es el punto que señala que los tipos cambiarios no deberán de ser influenciados por ninguna de las tres partes del T-MEC, lo que significa que seguirán como hasta hoy, siendo determinados como consecuencia de las fluctuaciones de mercado natural.

Ello asegura transparencia, combatiendo así la manipulación y potencial corrupción del sistema, lo que permitirá que el mercado se mantenga en los mismos precios que históricamente ha tenido, como parte de la dinámica entre oferta y demanda que siempre ha estado equilibrada, logrando mercados sin sobreoferta, o la carencia de ella.

Por otra parte, el director ejecutivo de Newmark Knight Frank México, destacó que se calcula que el costo del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano derivado del estancamiento en la toma de decisiones por incertidumbre sobre el T-MEC, fue de alrededor del 0.50%, es decir, 10% del crecimiento pronosticado del 4% total.

Señaló que por estos motivos todos los sectores de la economía estuvieron pendientes y en estrecho seguimiento de las negociaciones, buscando entender el impacto que podrían llegar a tener en la forma de hacer negocios, crear infraestructura y aprovechar nuestras ventajas competitivas.

De cara al nuevo acuerdo, lo más importante será robustecer el sector energético para que pueda explotar las modificaciones provenientes de las reformas específicas, y actualizar las secciones relacionadas a las telecomunicaciones y al sector financiero y de servicios para fomentar su desarrollo en tanto se ajustan algunos detalles en materia de propiedad intelectual y transparencia.

Foco rojo en el sector automotriz

«Tocando base con nuestros clientes, no es sorpresa que uno de los sectores que más modificaciones está viviendo es el automotriz, ya que no sólo es uno de los más desarrollados en nuestro país, sino también uno de los que se vio en el ojo del huracán en este proceso.

“Los exportadores automotrices tendrán que cumplir con un 75% de la producción de los vehículos dentro de territorio del tratado, lo cual representa un desafío para los proveedores mundiales de la industria, que hoy han empezado a tomar un gran interés por contar con instalaciones en nuestro país», informaron los directivos de Newmark Knight Frank México.

Apuntaron que  otra de las grandes diferencias será que de acuerdo con lo redactado en el T-MEC, entre el 40 y 45% del automóvil deberá ser fabricado por trabajadores que ganen, al menos, 16 dólares americanos por hora.

Todo esto se puede entender como una gran victoria para los trabajadores, el país y para algunas entidades como Querétaro que esperan empresas como Hyundai, Subaru, Toyota y Honda, las cuales atraerán a más proveedores a instalarse en la zona.

«Esto se convierte en un foco rojo que obliga a las empresas automotrices a ocuparse en encontrar una solución con un periodo de tiempo sumamente reducido en anticipación a su entrada en vigor, que será en enero del año 2020», alertaron los expertos de NKF, Giovanni D´Agostino y Sergio Pérez.