El mercado interno debe fortalecerse en la recuperación del poder adquisitivo, generación de empleo e inversión, para poder contrarrestar los efectos que pudiera tener un proteccionismo mayor de la administración Trump, ya que un 80 por ciento de las exportaciones van al mercado norteamericano, consideró el sector privado.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) indicó que el deterioro del poder adquisitivo por el repunte de la inflación, aunado al mayor costo del financiamiento, se refleja en la evolución de indicadores como el de las ventas al menudeo y del sector servicios.
Apuntó que se tienen expectativas de que el ritmo de crecimiento de los precios al consumidor tardará más de los esperado en reducirse, lo que podría generar una mayor cautela entre los consumidores.
Especificó que un indicador que refleja en buena medida esta coyuntura es la venta de autos en el mercado interno, que ya acumula doce meses consecutivos con variaciones negativas.
Señaló que el mercado externo ha retomado fuerza como un factor de impulso de la economía, pero existe la posibilidad de que este pueda volver a moderar su fuerza aumenta con la preocupación sobre la política comercial que siga instrumentando los Estados Unidos.
“La incertidumbre sobre la supervivencia del TLCAN, así como el uso de aranceles como medida proteccionista puede afectar la dinámica exportadora de México. Hay que tener presente que poco más de 80 por ciento de las ventas al exterior se canalizan a la economía estadounidense”.
Enfatizó el CEESP que la fortaleza del mercado interno es fundamental para sentar las bases de un crecimiento sólido y sostenido. “Se debe insistir en el estímulo de la inversión productiva que propicie la generación de empleos suficientes y de calidad que redunden en una mayor capacidad de consumo de los hogares”, concluyó.