La economía diversificada de México, así como un historial sólido y disciplinado en las políticas macroeconómicas, respaldan la calificación de BBB, aseveró la calificadora Fitch Ratings.
Señaló que se han contenido los desequilibrios, ya que algunas de las decisiones de política microeconómica de la administración López Obrador “han resultado polémicas, las elecciones de políticas macro han sido relativamente ortodoxas hasta la fecha”.
La calificadora señaló que el bajo crecimiento coloca a México entre los más bajos en la categoría BBB.
“Fitch espera solo una recuperación silenciosa a un crecimiento del 1 por ciento en 2020. Esto está por debajo de las expectativas de Fitch en la última revisión y muy por debajo de la tasa de crecimiento promedio promedio ‘BBB’ y de la agencia Estimación del crecimiento potencial del 2.5%, que México logró por última vez en 2016”.
Explicó que el bajo crecimiento se debe a una caída en la inversión. La agencia estimó una contracción en la inversión del 4 por ciento en este año, lo que perjudicó al crecimiento en 0.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
“Fitch espera una contribución plana de la inversión el próximo año a medida que los inversores lleguen a un acuerdo con el entorno cambiante bajo la administración de López Obrador”.
Se contempla una ventaja de la inversión privada en proyectos de infraestructura que comienzan a principios de 2020 como parte del plan de desarrollo del gobierno, y la aprobación de T-MEC.
El consumo privado ha disminuido, ya que el ritmo de creación de empleo en el sector formal ha disminuido en 2019, pero hay indicios de que tocó fondo y mejorará en 2020.
Agregó que las tasas de interés más bajas deberían proporcionar cierto estímulo a la economía en 2020. Fitch espera un nuevo recorte de 25 pb en 2019 seguido de otros 50 pb en 2020 para cerrar el año en 6.75 por ciento.
La agencia calificadora Banxico es consciente de la política monetaria y sus efectos positivos sobre choques externos que podrían conducir a una depreciación del peso, salidas de capital y una mayor presión inflacionaria.
El presupuesto 2020 aprobado es consistente con las reglas fiscales. Fitch espera que la deuda del gobierno general se mantenga relativamente estable en el 43 por ciento del PIB en 2020 (en comparación con el 36 por ciento del PIB para la mediana actual).
“Fitch cree que el presupuesto 2020 es demasiado optimista sobre los ingresos del petróleo (aunque todavía espera una caída en relación con 2019) y el supuesto de crecimiento económico”.
Dada la opinión de Fitch sobre la naturaleza optimista de las proyecciones de ingresos del presupuesto para 2020, esperamos que el gobierno probablemente recurra nuevamente al FEIP en el año entrante.
El gobierno está considerando ideas de reforma fiscal que podrían aplicarse a partir de 2022 y una reforma al marco fiscal para permitir una política más anticíclica.
Fitch Ratings cree que sería difícil cumplir con el objetivo fiscal actual en 2021 sin una reforma tributaria, pero las perspectivas podrían complicarse con las elecciones al Congreso en 2021, concluyó.