La administración federal del presidente, Andrés Manuel López Obrador, tenía complicado cubrir la expectativa de crecimiento de 2.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para este 2020, ahora más por una relación sin frutos con el sector empresarial a la que hay que sumar la posible pandemia por el Coronavirus.
Se tenía contemplado que ratificación del T-MEC sería el botón de SOS que apoyaría al crecimiento por la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED), el cual ahora queda prácticamente rebasado por el COVID-19 y los estragos que causa en los mercados financieros, ya que los inversionistas ven como una mejor opción a los activos libres de riesgo, el cual es prácticamente inexistente.
Algunos de ellos son los bonos del tesoro norteamericano, japonés, ingleses y alemanes que han sufrido bajas importantes.
También cobran relevancia los activos refugio que se definen como aquellos que tienen riesgos mínimos. Algunos de ellos son el oro, sectores de consumo, telecomunicaciones, a los que también se les conoce como “defensivos”.
Ante la volatilidad generada por el Coronavirus se contempla que el tipo de cambio peso-dólar puede llegar a 25 pesos de confirmarse una recesión mundial.
En los mercados mundiales en los últimos nueve días desparecieron alrededor de 9 billones de dólares, destacó Bank of America en una nota de investigación después de que los mercados estadounidenses cerraron nuevamente en cifras rojas el jueves.
A esta volatilidad que afectará el crecimiento y la inversión hay que agregar la situación estéril entre el gobierno federal y el sector empresarial, ya que se han firmado acuerdos para generar inversión, empleo y una mayor dinamismo económico, pero si resultados palpables.
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no deja de citar en sus conferencias la viciada relación entre el gran capital y los gobiernos anteriores, lo que de alguna manera no le causa ninguna gracia y menos apoyar a un Presidente que no se cansa de exhibirlos como corruptos y que sólo piensa en su modelo económico que quiere rescatar a Petróleos Mexicanos (Pemex) sin una participación relevante del sector privado.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reconoce la incapacidad del gobierno federal para impulsar la inversión pública y mantener la relación de endeudamiento a la baja, un objetivo macroeconómico que se le reconoce al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por el sector financiero y empresarial.
Unos golpean con el poder político y otros con el poder económico, lo que se reflejará en un bajo o negativo crecimiento económico para el segundo año de la administración López Obrador.
Seguirá pendiente el rubro de crecimiento económico, que de no existir no habrá un combate a la pobreza de manera frontal, expresó Alfonso Romo Garza, empresario regiomontano, integrante del gabinete económico del Presidente de la República.