Los bancos en México enfrentan un aumento de la incertidumbre económica y política que probablemente afectará el crecimiento del crédito y de la economía este año, señaló la calificadora Fitch Ratings.
Agregó que la incertidumbre se ve a menudo en el año posterior a la transición al nuevo cargo presidencial, sin embargo, el aumento de la incertidumbre política en relación con los cambios anteriores podría exacerbar los retos.
Mientras que los bancos en México son rentables y bien capitalizados, se presenta un riesgo potencial por la desaceleración cíclica de la confianza de los consumidores, las inversiones y las empresas que pueden convertirse en crecientes riesgos crediticios para bancos e instituciones financieras no bancarias (IFNB).
“Prevemos un crecimiento real del PIB mexicano en 2019 de 1.0 por ciento, por debajo del 2.0 por ciento en 2018”.
Detalló que la contracción en la inversión fija ha sido el lastre clave en la economía, así como la disminución de la confianza empresarial, mientras que el comercio se mantiene relativamente estable desde la elección, aunque con confianza de los fabricantes.
La calificadora apuntó que la confianza del consumidor ha sido más volátil. Los datos recientes de Banxico indican que los préstamos personales han sido menos resistentes y se han desacelerado más rápido que la cartera comercial, reflejo de las tendencias de confianza y menor apetito de riesgo de los bancos en medio de un entorno operativo desafiante.
Sin embargo, los grandes bancos también han recortado la exposición a mayores riesgos: pequeñas y medianas empresas (pymes) .
“Esperamos que el crecimiento del crédito permanezca bajo presión en el rango del 6 al 8 por ciento para 2019-2020 en valores nominales. El crecimiento crediticio fue de 8.3 por ciento en Mayo de 2019 y se desaceleró de los niveles de crecimiento de 13 o 14 por ciento”.
Sin embargo, el potencial de crecimiento de los préstamos a medio plazo sigue apoyado por baja penetración financiera en un 37 por ciento en proporción del PIB, lo que ha permitido a los bancos seguir con prestamos, incluso en condiciones difíciles.
Fitch Ratings indicó que la calidad crediticia permanece bajo control, y los bancos apuntan al crecimiento a través de ventas cruzadas de productos a clientes existentes en lugar de una suscripción agresiva de mercado abierto.
Los bancos han reducido recientemente la exposición a tarjetas de crédito y otros préstamos de consumo no garantizados, y su lugar lo toman los garantizados como nóminas, automóviles y/o hipotecas.
La combinación de productos en condiciones difíciles se ve positivamente desde una perspectiva crediticia. En los últimos meses se registraron deterioros de tarjetas de crédito y préstamos personales sin garantía, y algunos bancos redujeron el crecimiento como resultado de este producto.
Se espera que el sector aumente a 2.5 por ciento este año, en comparación con el 2.1 por ciento de 2018.
Si CFE no pagará aproximadamente 5 mil millones de dólares en los contratos de ductos firmados por la administración anterior se tendría un riesgo potencial para los bancos mexicanos.