El incremento en la inflación que se presentó en la primera quincena del año se debe a la actualización del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para los refrescos, tabacos y algunos alimentos, sin poner en riesgo la evolución a la meta del 3 por ciento, planteada por el Banco de México (Banxico), enfatizó el sector privado.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inei) informó que en la primera quincena del 2020 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo un alza quincenal de 0.27 por ciento, así como una inflación anual de 3.18 por ciento.

En la misma quincena de 2019 las variaciones fueron de 0.11 por ciento quincenal y de 4.52 por ciento anual.

El índice de precios subyacente, que excluye los precios de los energéticos y alimentos, registró un aumento de 0.20 por ciento quincenal y de 3.73 por ciento anual; por su parte, el índice de precios no subyacente subió 0.46 por ciento quincenal y 1.60 por ciento anual.

Al interior del índice de precios subyacente, los precios de las mercancías crecieron 0.52 por ciento, al mismo tiempo que los de los servicios retrocedieron 0.14 por ciento, quincenal.

Dentro del índice de precios no subyacente, que toma en cuenta a los alimentos sin procesar, energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno, los precios de los productos agropecuarios se incrementaron en 0.65 por ciento y los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno en 0.31 por ciento, quincenal.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló la mayor incidencia en el comportamiento de la inflación subyacente provino del rubro de precios de alimentos, bebidas y tabaco, que al aumentar 0.86 por ciento en los primeros quince días del mes, generó el 65 por ciento del aumento del indicador general de precios.

El incremento destacó en el aumento quincenal de 0.61 por ciento en refrescos envasados, de 0.35 por ciento en concentrados para refrescos, de 2.9 por ciento en bebidas alcohólicas y de 7.64 por ciento en el precio de los cigarrillos.

“En conjunto, estos incrementos fueron el origen de una tercera parte del aumento general de precios en la primera quincena del mes” detalló el CEESP.

Por su parte, el subíndice de precios no subyacente reportó un aumento quincenal de 0.46 por ciento, en el que también influyó el ajuste al IEPS, en este caso a las gasolinas, que aportó tres centésimas de punto porcentual a la inflación quincenal total.

Asimismo, el incremento de este subíndice no subyacente reflejó los ajustes en las tarifas autorizadas por el gobierno, como sucede a principios de cada año, que en esta ocasión registraron un incremento quincenal de 1.16 por ciento con una incidencia de 0.05 puntos en la inflación total.

Adicionalmente, hubo un incremento estacional de 2.20 por ciento en los precios de frutas y verduras que también impactó la inflación quincenal en 0.11 puntos porcentuales.

“La inflación de las primeras dos semanas de Enero respecto a la quincena anterior sí fue mayor a la del mismo periodo del año pasado, pero resultó ser la más baja de las últimas tres quincenas”, enfatizó el sector privado.

Destacó que su comportamiento no sugiere aumentos particularmente elevados, o arbitrarios o excesivos como se señaló en algunos medios y redes sociales en semanas pasadas.

“Todo indica que en su mayoría dichos aumentos fueron moderados, y que el incremento de precios al consumidor respondió en mayor medida a la actualización de impuestos en algunos productos y al ajuste estacional en las tarifas autorizadas por el Gobierno”, especificó el CEESP

El dato anual de inflación de la primera quincena de Enero muestra un ligero repunte al ubicarse en 3.18 por ciento, después de que en Diciembre concluyera con un alza de 2.83 por ciento, la más baja desde Agosto del 2016.

El CEESP advirtió que a pesar del incremento ligero de precios “es muy posible que pronto la inflación anual vuelva a disminuir para mantenerse dentro del rango objetivo del Banco de México de 3 por ciento más menos un punto, pero cada vez más cerca de la meta puntual con una política monetaria moderada y en el contexto de un crecimiento moderado de la demanda agregada, que comprende consumo, inversiones, gasto público y exportaciones”.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...