La inflación en México causó cambios en los consumidores de México en frecuencia, hábitos de compra, tamaño de las presentaciones adquiridas, y búsqueda de promociones y mejores precios, destacó la consultora Kantar.

De acuerdo con el análisis El perfil del consumidor mexicano ante la inflación, realizado por Kantar, el 86 por ciento de los mexicanos declaró que ha percibido un aumento en los precios, en algunos casos importante, y un 63 por ciento afirmó que cada vez le es más difícil cubrir su presupuesto.

Para 6 de cada 10 consumidores creen que su situación económica es peor que la de hace un año, y cada vez más personas prevén un porvenir complicado.

Entre las principales preocupaciones de los mexicanos, el 64 por ciento mencionó la inflación y el aumento de precios.

Los consumidores mostraron un relativo optimismo hacia el futuro por la creación de empleo y el aumento significativo en el salario mínimo (48 por ciento en los últimos 2 años).

“Asimismo, las remesas y los programas sociales afectan positivamente las finanzas de los hogares en zonas urbanas, el 12 por ciento de los hogares mexicanos reciben remesas y el 52 por ciento de los hogares usan estas remesas para consumo diario, mientras 23 por ciento las utiliza para el pago de servicios y el 12 por ciento lo destina para educación, deudas y vestido”.

Francisco Luna, Country Manager de la División Worldpanel de Kantar México.

El 46 por ciento de los mexicanos está haciendo cambios en sus hábitos de compra. El 35 por ciento hace recortes, el 29 por ciento busca alternativas (tiendas o productos más baratos / promociones y artículos de segunda mano), el 23 por ciento recurre a la planeación financiera (límites de gastos, cambio de comportamientos) y el 14 por ciento se apoya en financiamiento propio a través de venta de bienes o por medio de préstamos.

Los consumidores asignan prioridades a sus gastos hogareños en las categorías básicas (de alta frecuencia) y necesarias (de frecuencia media), frente a las prescindibles (de frecuencia baja).

Las básicas consisten en bienes de consumo diario (comida, bebida, limpieza e higiene) y crecieron en 16 por ciento.

Las necesarias crecieron en 12 por ciento (aquí destacan las botanas). Las prescindibles (por ejemplo, cremas de avellana y cacahuate) crecieron en 12 por ciento.

Al abandonar categorías o migrar a marcas más económicas, los consumidores buscan las promociones, visitan diferentes tiendas para obtener mejor precio y adquieren marcas más baratas.

El 26 por ciento de los hogares quiere “disponibilidad en tiendas que estén cerca de mí”. Al incrementar su repertorio de canales, los consumidores disminuyen su lealtad hacia cualquiera de ellos.

Finalmente, las categorías que han descendido sensiblemente: gasto en cafeterías, restaurantes, y bares.

En cuanto a ropa nueva, su consumo ha disminuido en 3 por ciento, concluyó el documento.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...