El combate y reducción de la pobreza extrema es una de las preocupaciones de la política pública de la presente administración federal, el que se puede resolver con mayor inversión pública y privada para incrementar la productividad, señaló el sector privado.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) destacó que para alcanzar la justicia social se debe impulsar la inversión productiva con creación de empleos de manera sostenible.
La regularidad observada más frecuentemente es que la pobreza se reduce en forma permanente en los casos en que el crecimiento económico es sostenido, señaló el sector privado.
“Todo esto representa una importante área de cooperación entre el sector público y privado, en el diseño de acuerdos y estrategias y en la definición de un proyecto de nación compartido”.
De acuerdo con las estimaciones de Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social en México (Coneval), el número de personas en situación de pobreza moderada y extrema en México en 2016 fue de 44 y 9.4 millones, respectivamente.
Las personas en pobreza extrema se caracterizan por un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo y por sufrir de tres o más carencias sociales (como el acceso a la salud, entre otras).
Dichas líneas de bienestar son diferentes para el medio rural y urbano. El valor de la canasta alimentaria por ingresos (o línea de bienestar mínimo) para el medio rural fue de mil 103.01 pesos nominales por persona en tanto que la del medio urbano ascendió a mil 554.12 pesos por persona al mes de Febrero de 2019 .
El Coneval indicó que la población menor de 18 años en situación de pobreza extrema en México disminuyó gradualmente de 14 a 9 por ciento de la población total entre 2010 y 2016.
Esta tendencia contrasta con la población menor de 18 años en situación de pobreza moderada, que aumentó su importancia de 39.7 a 42.1 por ciento de la población en el período referido.
La población menor de 18 años en situación de pobreza moderada y extrema en 2016 fue de 17 y 3.6 millones de personas, respectivamente.
El CEESP advirtió que la pobreza moderada y extrema de la población de jóvenes representa un problema social delicado, ya que los niños y jóvenes con problemas de acceso alimentario o déficit nutricionales difícilmente estarán en posibilidad de desarrollar su potencial humano y poder así escapar de la pobreza y contribuir a la productividad.
“No sólo se trata de un problema de exclusión e injusticia social, sino que la persistencia de la pobreza reduce el potencial productivo de la economía”, agregó.
Finalmente, señaló que para atacar esta problemática se debe explorar la idea de implementar un programa nacional de desayunos escolares para abatir la situación de pobreza alimentaria de los niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad social.