El Fondo Nacional de Pensiones de los Trabajadores al Servicio del Estado (PENSIONISSSTE) destacó que los jóvenes en el futuro no dependerán económicamente de sus hijos si comienzan con el ahorro desde ahora para el retiro laboral.
Una encuesta de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), realizada a individuos de 18 a 40 años en 2019, reveló que el 53 por ciento espera apoyo económico de sus hijos durante la vejez.
En la calculadora de ahorro para el retiro con un ahorro voluntario de 2 mil pesos mensuales a los 25 años y con expectativa de retiro a los 65 años se tendría un saldo de un millón 760 mil 120 pesos y una mensualidad estimada de 8 mil 603 pesos.
Durante la Semana Nacional de Educación Financiera (SNEF) 2021, el especialista de la Subdirección Especializada de Atención al Público de AFORE PENSIONISSSTE, Armando Reyes Torres, consideró que pensar a corto plazo representa un riesgo para el futuro.
“Cuando somos jóvenes, es común pensar a corto plazo y ver lejano el retiro. Pero, es necesario eliminar ese pensamiento y planear la vida a largo plazo, siempre empezando por el retiro. Es necesario priorizar lo importante sobre lo urgente”.
Armando Reyes Torres, Subdirección Especializada de Atención al Público de AFORE PENSIONISSSTE
El funcionario manifestó que el ahorro planificado permite cubrir los gastos necesarios para mantener un estilo de vida tranquilo y satisfactorio al momento de concluir la vida laboral.
“Quienes apuestan a dejar su retiro en manos de sus hijos, no consideran que esta decisión implica un impuesto futuro sobre sus descendientes: hijos, nietos y generaciones subsecuentes”.
ARMANDO REYES TORRES, SUBDIRECCIÓN ESPECIALIZADA DE ATENCIÓN AL PÚBLICO DE AFORE PENSIONISSSTE
El coordinador de los Programas de Educación Financiera de PENSIONISSSTE, Axel Hernández Díaz de León, destacó que la Educación Financiera es importante para lograr una cultura de consumo responsable con repercusiones positivas en la calidad de vida de las personas, tanto en lo individual como en lo social.
En la ponencia “¿Cuánto tiempo cuestan las cosas?”, insistió que el consumo “es la actividad económica por excelencia” porque todas las actividades desembocan en ella y, por tanto, “el consumo inteligente” es el uso de los productos y servicios que cubren las necesidades básicas y aportan mayor calidad de vida.
En este tipo de consumo se planifican las compras, eligen los productos y servicios adecuados por calidad y precio, lo que se convierte en mayores utilidades y felicidad, apuntó.
Finalmente, destacó que el consumidor inteligente no gasta innecesariamente, conoce sus derechos y minimiza el impacto de su consumo sobre los recursos naturales y el ambiente.