A México le queda un amplio margen para lograr consolidar un sistema de justicia que proteja ante la detención arbitraria; que nos permita tener audiencias públicas, justas y expeditas, y que prohíba la tortura, reconociendo que todas las personas tienen un peso y un valor igual ante la ley, advirtió Gustavo de Hoyos.

El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) añadió que si bien nuestro país ha tenido avances importantes en el cumplimiento de algunos derechos humanos como el de la libertad de movimiento, la propiedad privada, y la libertad de opinión e información, aún existen amplias lagunas.

Dijo que éstas se encuentran en el cumplimiento de derechos humanos igualmente relevantes, como la seguridad social universal; el garantizar un nivel de vida adecuado para todos los individuos, así como asegurar el trabajo, la educación de calidad y el acceso a tribunales de justicia competentes, que puedan amparar contra actos que violen derechos fundamentales reconocidos en el marco legal.

Al recordar que este año se cumplen 70 años de la proclamación de la Declaración Universal de Derechos Humanos por la Asamblea General de las Naciones Unidas, enfatizó que en COPARMEX están convencidos de que promover una sana reflexión sobre la importancia de su contenido, “es crítico ante los acontecimientos políticos, económicos y sociales que hoy enfrentamos en México y en el mundo”.

Destacó que los derechos humanos establecen las condiciones mínimas para que todos los ciudadanos puedan vivir libres del miedo y de la pobreza; con plena libertad de expresión, salud y educación, así como con la capacidad de disfrutar de medidas orientadas a promover la justicia económica y social.

“Estos derechos fundamentan nuestra condición humana y dejan en claro que la solidaridad mutua es el lazo que nos une y que nos lleva a compartir de forma civilizada y generosa el mundo en el que vivimos. Recordarlos resulta particularmente relevante para el momento que vive nuestro país”, enfatizó.

Dijo que desde la COPARMEX, y en todo ámbito público y privado, es imperante fomentar el absoluto respeto de los derechos de todas las personas, “incluso si no estamos de acuerdo con ellas. Es esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre facciones que no necesariamente comulgan con las mismas ideologías”, insistió.

También apuntó que no se puede olvidar que cuando a cualquier persona se le niegan sus derechos humanos, independiente de quién sea, se socavan los derechos de todos, “por lo que resulta esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Estado de Derecho y sean implementados a cabalidad, a fin de que se creen condiciones para una paz democrática, en donde todas las personas compartamos y reconozcamos la dignidad de cada individuo”.

Por otra parte, luego de recordar que la Declaración Universal de Derechos Humanos fue proclamada el 10 de diciembre de 1948, detalló que es un documento que marcó un hito en la historia legal del mundo.

Agregó que fue elaborado por representantes de múltiples naciones con distintos antecedentes jurídicos y culturales; que por primera vez resumió un ideal común para la humanidad, y llamó a tener por meta conjunta el reforzamiento de la dignidad de todos los seres humanos para crear los cimientos de un mundo más justo.

En este contexto manifestó que “desde la empresa y el sector privado, hacemos un exhorto a comprender la responsabilidad especial que tenemos como líderes del sector productivo. Nuestro compromiso debe ser férreo en buscar expandir y promover los derechos humanos de todos los individuos, independientemente de su raza, género, religión, orientación política o sexual, o condición socioeconómica”, subrayó.

También destacó que se deben tomar las medidas necesarias para lograr llevar a la práctica algunos derechos humanos que si bien son reconocidos en el marco legal mexicano, no son necesariamente implementados.

Al respecto, Gustavo de Hoyos anotó que desafortunadamente, la efectiva prohibición a la discriminación; el derecho a la igualdad y la vida, así como al reconocimiento de todas las personas ante la ley, no es paritario y amplio en nuestro país.

Dijo que lo mismo puede decirse de la presunción de inocencia; del derecho a la privacidad, al asilo, y a participar plenamente y sin compromisos en asuntos públicos.

“En COPARMEX estamos comprometidos con el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales, así como con respetar ampliamente la dignidad y el valor de la persona humana.

“Tal y como los valores de nuestra confederación lo dictan, estamos resueltos a promover el progreso social, y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto amplio de la libertad.

“Solo mediante la aplicación firme e imparcial de los derechos contenidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos y de las normas del Estado de Derecho mexicano, lograremos crear un ambiente de paz y pleno desarrollo económico”, enfatizó.

Asimismo dejó claro que no se debe olvidar que la igualdad, la justicia y la libertad, son fundamentales para prevenir la violencia, mantener la paz y un clima de negocios que permita un crecimiento económico sostenido y redistributivo.

“Es por ello que desde COPARMEX no escatimaremos alzar la voz en contra de cualquier posible ataque contra los derechos humanos que busque lesionar la libertad y la igualdad, tanto en el plano local como en el federal.

“En cualquier época y en cualquier lugar en el que nos encontremos, mantendremos los derechos humanos como nuestro baluarte, pues no hacerlo supone un gran riesgo a la estabilidad y el desarrollo pleno de México”, advirtió el presidente nacional de la COPARMEX.