El cambio de luminarias de la Ciudad de México generaría un ahorro de al menos el 30% de su consumo actual, lo que equivaldría a 2 mil 900 millones de pesos anuales, así como a la reducción de 4 millones de toneladas de bióxido de carbono que se lanzan a la atmósfera.

Esa es la misma cantidad que emiten 2 millones de autos en un año, afirmó Daniel Gómez Junco, director comercial de Óptima Energía, al enfatizar que para un municipio mediano, los beneficios de por modernizar el alumbrado público son muy grandes, ya que no sólo libera la presión en las finanzas municipales, sino que también ofrece un servicio de mayor calidad a la ciudadanía.

“El gasto que efectúan la mayoría de los municipios mexicanos en alumbrado público constituye el pago más caro por un servicio, lo que se puede resolver de forma sustentable, dando además un apoyo a las finanzas, con un claro beneficio para la infraestructura urbana y municipal, lo que contribuirá al desarrollo social y económico local”, agregó.

Asimismo dijo que la ineficiencia del alumbrado público en México se debe a varios factores, como las altas tarifas eléctricas; el uso de luminarias obsoletas y a la falta de mantenimiento y, añadió que de acuerdo con la Secretaría de Energía (SENER), estos gobiernos se podrían ahorrar entre un 36.3% y un 74.6% del consumo de energía, junto con los costos asociados a ello.

Advirtió que el incremento de las tarifas eléctricas ejerce mayor presión en las finanzas de los municipios mexicanos para acelerar el cambio a alternativas más eficientes con apoyo gubernamental y de la iniciativa privada.

Insistió en que los municipios mexicanos enfrentan altos costos en la instalación, mantenimiento y consumo eléctrico de luminarias en espacios públicos, y refirió algunos estudios, tanto de la SENER como de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE) y de la calificadora Fitch Ratings.

“Señalan la urgente necesidad de modernización del alumbrado público de los municipios y ciudades mexicanas que tienen un alto consumo eléctrico desperdiciado en tecnología ineficiente y cara, como son las luminarias de vapor de sodio a alta presión, las cuales tienen una vida útil mucho menor que alternativas como las luminarias LED, y un mayor consumo de energía eléctrica, lo que incide directamente en los presupuestos municipales”.

Dijo que de acuerdo con la calificadora Fitch Ratings, la estructura tarifaria de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se traduce en altos costos de energía eléctrica para el suministro del servicio, ya que la tarifa por concepto de alumbrado público es la segunda más alta, incluso por arriba de la tarifa industrial.

“Fitch considera que anualmente el gasto por consumo eléctrico es un factor que presiona a las finanzas de los gobiernos locales, de ahí la necesidad de optimizar recursos escasos con proyectos que hagan más eficiente la prestación del servicio de alumbrado público”, enfatizó.

También anotó que con base en los proyectos de alumbrado público analizados por la CONUEE, el potencial de ahorro de energía por mejora de las luminarias en los sistemas de alumbrado en México es de 36.3% y hasta 74.6%, porcentaje que varía de acuerdo a la tecnología instalada en cada localidad.

“Según la información recopilada por la CONUEE, la tecnología más común es la de vapor de sodio de alta presión (62%), seguida de los aditivos metálicos cerámicos (13%), aditivos metálicos de cuarzo (9%), fluorescente (4%), leds (3%) y tecnologías diversas (9%)

Ante ello manifestó que Óptima Energía fue la primera en buscar mejores soluciones de ahorro energético en México, “por lo que ahora buscamos liderar el diseño e implementación de tecnologías que permitan el desarrollo sustentable de las ciudades latinoamericanas a través del concepto de Smart Cities, lo cual beneficia directamente la calidad de vida de todos sus habitantes de forma significativa”.

Gómez Junco afirmó que se puede implementar desde ciudades coloniales hasta nuevos proyectos urbanos que están surgiendo en todo nuestro país, con un enfoque particular en el cuidado de los recursos y medio ambiente, que es una prioridad para todos.

Agregó que la compañía, fundada en 1988, ha implementado un modelo de negocios basado en resultados, donde la empresa es responsable de la inversión inicial de los proyectos, la implementación y seguimiento de los resultados.

También destacó que tienen presencia en varias ciudades mexicanas donde participan en el diseño e implementación de proyectos energéticos sustentables, como la instalación y mantenimiento de luminarias públicas en zonas urbanas y rurales, que generan grandes ahorros, más seguridad y otros beneficios para la población.

“Óptima Energía ha sido premiada con numerosos reconocimientos nacionales e internacionales, además de contar con certificaciones que van desde el diseño de soluciones energéticas, hasta la implementación de políticas de igualdad laboral y no discriminación, entre otros, manteniéndose a la vanguardia de la industria de la energía sustentable”, concluyó.