Las previsiones de crecimiento del gobierno López Obrador para el primer año pecan de optimismo al no tomar en cuenta el escenario internacional y la desconfianza que generan sus acciones de cancelar el aeropuerto de Texcoco, frenar la reforma petrolera y la falta de una respuesta clara sobre el abasto normal de gasolina en todo el país, enfatizó el sector privado.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que continúan las previsiones de menor crecimiento a la economía mexicana, sin embargo, las autoridades los descalifican con el argumento de que tienen información que dice lo contrario.

Detalló que cuando el nuevo gobierno señala que la economía puede crecer por arriba del 2 por ciento, podría estarse refiriendo a los límites máximos de esos rangos, que anticipan un avance superior al 3 por ciento en 2020 y uno de 3.3 por ciento en el último año del sexenio. Se debe tener en cuenta que la diferencia en el rango es de un punto porcentual, indicó el sector privado.

“Pareciera que las autoridades no tienen un escenario claro de la coyuntura y de los efectos que esta pueda generar. Ya mencionamos que el crecimiento de México depende de factores externos e internos, y que en función de cómo evolucionen, las expectativas se irán ajustando al alza o la baja”, enfatizó el CEESP.

El sector privado indicó que la coyuntura indica que los riesgos aumentan, tanto en el exterior, como al interior de nuestro país.

“En el Foro de Davos 2019, hay coincidencia en que se observa un deterioro de los mercados financieros internacionales como consecuencia del entorno mundial, en especial por la situación del Brexit, una desaceleración mayor a la esperada de la economía china y la política monetaria a seguir en Europa y Estados Unidos, entorno que sin duda puede incidir en la evolución de la economía de México a través de la cautela que pueden tomar los inversionistas”.

Además, la instrumentación de medidas para combatir el robo de combustibles han propiciado una importante escasez en diversas entidades del país que han afectado la actividad productiva, y generando presiones presupuestales importantes al tener que cubrir un costo de transporte vía autotanques superior en 14 veces mayor a su distribución a través de ductos.

“Es claro que el balance de riesgos se ha deteriorado y eso sin duda será monitoreado por los capitales nacionales e internacionales. Si bien esto no significa que dejarán de fluir capitales hacia el país, si se puede esperar una mayor cautela, lo que implica que los flujos de capital pueden ser menores, limitarían la actividad productiva, que significaría una menor generación de empleo”, dstacó el organismo privado.

Destacó el CEESP que la probabilidad de que los pronósticos se ajusten a la baja es alta y advirtió que no será hasta que los mercados perciban señales más favorables en temas como la evolución del gasto público que puede mejorar la confianza del sector privado.

Hasta el momento se tiene un entorno en el que se han autorizado recursos no previstos en acciones recientes como la compra de carros tanque y el aumento del costo de distribución de combustibles, así como en los avances de los proyectos anunciados como el Tren Maya y las obras del aeropuerto, que al parecer apenas se harán los estudios de factibilidad.

Concluyó el CEESP que “existen dos factores que han incidido notoriamente en la confianza. Uno de ellos es la cancelación del NAIM y el otro el freno a la reforma petrolera, lo que si puede limitar un mayor dinamismo” por lo que la administración debe ofrecer mayor certidumbre para el impulso de la economía nacional.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...