El ejercicio del gasto público será fundamental en el desempeño Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la economía mexicana para superar el bache económico del año pasado, advirtió el sector privado.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que la situación de Pemex preocupa por su importancia.
“A pesar de haber recibido 97.1 mil millones de pesos (mdp) para fortalecer su situación financiera y mejorar su rentabilidad, el estado de resultados consolidado de la empresa para 2019 reportó una pérdida de 658.1 mil mdp, equivalente a 34.9 mil millones de dólares (mdd)».
Además, aunque la producción de crudo, sólo de Pemex sin considerar socios, mejoró marginalmente en los dos últimos meses del año, el promedio diario de extracción de crudo se contrajo 7.8%, de 1.802 millones de barriles diarios (mbd) en 2018 a 1.661 en 2019.
Con estos resultados, “el nerviosismo aumenta por dos razones: los resultados de las finanzas públicas de 2019 reportan un importante subejercicio de la inversión física de Pemex, toda vez que después de haberse aprobado un gasto de 273.1 mil mdp en ese rubro, la cifra ejercida según el reporte trimestral de la Secretaría de Hacienda fue de 195.4 mil mdp, lo que puede reflejar problemas serios en su administración o una represión del gasto proveniente del gobierno federal”, alertó el CEESP.
Por otro lado, se agudiza el debilitamiento del sector petrolero en tanto se sigan cerrando las puertas a la participación privada, lo que compromete la sostenibilidad de las finanzas públicas a futuro y cierra una fuente de inversión que podría ayudar significativamente a recuperar el crecimiento.
“La economía se mantiene estancada y no muestra señales de una recuperación significativa durante este año, aún cuando se anticipa una tasa de crecimiento ligeramente positiva, de alrededor de 1.0 por ciento, que está muy lejos de ser satisfactoria para las necesidades del país”.
Además, el balance de riesgos para este año mantiene un sesgo a la baja ante la preocupación del efecto de nuevos episodios, tanto externos como internos, que pueden incidir en el ritmo de avance de la actividad económica, indicó el sector privado.
“Bajo estas circunstancias, reducir el gasto público que puede ser positivo para el crecimiento, es decir, en inversión, mantenimiento y creación de infraestructura, tal como lo indican los criterios de política económica y el presupuesto de egresos de la federación aprobado, a fin de privilegiar los programas sociales emblemáticos del gobierno, no parece ser lo recomendable desde el punto de vista económico”, aseguró el CEESP.
En un entorno como este, no es raro, e incluso es de esperarse, que las expectativas de crecimiento para 2020 sigan con reducción, por lo que se debe insistir en señalar que, para estimular la inversión y el empleo productivo, que es la condición necesaria para mejorar el consumo y el bienestar de los hogares. “No hay nada como la confianza en un ambiente tan riesgoso, de nerviosismo y de alta volatilidad global” para generar mejores opciones de crecimiento económico, concluyó el CEESP.