El peso cerró la semana con una apreciación de 0.60 por ciento u 11.6 centavos, cotizó 19.09 pesos por dólar.
Las presiones a la baja para el tipo de cambio se concentraron en la primera mitad de la semana y se debieron a un debilitamiento del dólar estadounidense.
En la sesión del miércoles, en su anuncio de política monetaria, la Reserva Federal ajustó a la baja sus previsiones de crecimiento e inflación, y envió la señal de que no planea volver a subir su tasa de interés el resto del año.
El debilitamiento del dólar llevó al tipo de cambio a tocar un nuevo mínimo en el año de 18.7480 pesos, nivel no visto desde mediados de octubre, antes de que se realizara la consulta que posteriormente ratificó la cancelación del NAIM.
No obstante, hacia el cierre de la semana se elevó la demanda por dólares, debido a varios factores. Algunos de ello son la corrección a las pérdidas que acumuló el dólar estadounidense ante la postura acomodaticia de la Fed.
En la sesión del jueves también se incrementó la aversión al riesgo de las monedas de economías emergentes, particularmente de economías latinoamericanas, luego de que se dio a conocer la detención del ex presidente de Brasil, Michel Temer, como parte de una investigación por actos de corrupción.
Hacia el cierre de la semana se observó una mayor demanda por activos considerados refugio, ante el regreso de la incertidumbre por una posible desaceleración del crecimiento económico global.
El incremento del nerviosismo se debió a que el viernes se publicaron los indicadores PMI manufactureros de la Eurozona, los cuales apuntaron a una probable contracción del sector durante el primer trimestre, particularmente en Alemania.
El retroceso de la tasa de rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años causó que el diferencial con respecto a los T-bills a 3 meses se ubicara en terreno negativo, algo que no ocurría desde el 2007.
El diferencial negativo también se conoce como “inversión de la curva de rendimientos” y es señal de que los participantes del mercado consideran que habrá una desaceleración económica después de 12 meses.
Aunque en el balance semanal el peso se apreció, hacia adelante no se pueden descartar nuevas presiones al alza para el tipo de cambio ante factores externos e internos, pues hasta ahora la apreciación del peso ha sido consecuencia de un debilitamiento del dólar.
En la semana, el tipo de cambio alcanzó un mínimo de 18.7480 y un máximo de 19.2288 pesos por dólar, mientras que el euro-peso alcanzó un mínimo de 21.3875 y un máximo de 21.8109 pesos por euro en las cotizaciones interbancarias a la venta. Por su parte, el euro tocó un mínimo de 1.1273 y un máximo de 1.1448 dólares por euro.
Gabriela Siller
Directora de Análisis Económico-Financiero.
Banco BASE