El tipo de cambio peso-dólar cerró la semana como la divisa con mayor apreciación de 4.08 por ciento u 84.3 centavos cotizó 19.82 pesos por dólar, por la decisión de Banco de México, alza en el precio del petróleo y posición de política monetaria de la Reserva Federal.
En la semana del 21 al 25 de Junio el tipo de cambio tocó un máximo de 20.7107 y un mínimo de 19.7059 pesos.
Con el movimiento de la semana, el peso borró por completo la depreciación de la semana previa que fue de 78 centavos y se ubicó como la divisa más apreciada en la canasta amplia de principales cruces, seguida del real brasileño que avanzó 2.92 por ciento, la corona noruega que se apreció 2.07 por ciento, el peso chileno con 1.95 por ciento y el forinto húngaro con 1.91 por ciento.
La recuperación del peso fue por la decisión de Banco de México de subir la tasa de interés objetivo en 25 puntos base a 4.25 por ciento de forma sorpresiva, debido a que las presiones inflacionarias han sido más persistentes de lo anticipado.
La inflación de la primera quincena de junio se ubicó en una tasa anual de 6.02 por ciento, superaron las expectativas del mercado y ocasionaron un ajuste de las expectativas de inflación. Grupo Financiero BASE ajustó sus expectativas de inflación hacia el cierre del año de 5.0 a 5.3 por ciento.
El tipo de cambio podría continuar su tendencia a la baja hacia niveles por debajo de 19.60 pesos por dólar debido al lenguaje de mayor cautela de la Junta de Gobierno, por lo que no se descarta otro incremento de la tasa de interés de 25 puntos base en el anuncio de Agosto.
También por una corrección a la baja del dólar estadounidense de 0.82 por ciento durante la semana de acuerdo con el índice ponderado, esto luego de cuatro semanas consecutivas de incrementos por un acumulado de 2.38 por ciento.
El debilitamiento del dólar se debió a una menor especulación sobre la posibilidad de que la Reserva Federal adopte una postura monetaria menos flexible.
Esta semana el presidente de la Fed, Jerome Powell, reiteró ante un comité del Senado que las presiones inflacionarias son transitorias y que la política monetaria seguirá siendo flexible por un periodo de tiempo amplio.
El otro factor que apoyó al peso fueron los precios del petróleo que continuaron su tendencia al alza, el WTI alcanzó un máximo en la semana de 74.25 dólares por barril, su mayor nivel desde el 10 de Octubre de 2018.
En la semana, el WTI avanzó 3.24 por ciento cerró en 73.96 dólares por la debilidad del dólar, la expectativa de una mayor demanda de hidrocarburos durante la temporada de verano y por la recuperación económica y el estancamiento de las negociaciones de Irán en relación al acuerdo nuclear, por lo que no se espera que el país regrese al mercado petrolero internacional en el corto plazo, limitando la oferta.
Las divisas más apreciadas en la semana, después del peso mexicano, fue el real brasileño que se apreció 2.91 por ciento y tocó un nivel de 4.8942 reales por dólar, su mejor nivel desde el 10 de Junio del 2020, ante el fortalecimiento de los precios del petróleo, pero también ante la expectativa de una política monetaria menos flexible, pues la semana pasada el Banco Central de Brasil subió su tasa de interés en 75 puntos base por tercera ocasión en el año.
La corona noruega también se fortaleció por el incremento de los precios del petróleo y en una corrección a la depreciación de la semana previa, mientras que el peso chileno avanzó junto al precio del cobre que subió 2.95 por ciento en la semana.
El forinto húngaro se apreció 1.91 por ciento en la semana, tras la decisión del Banco Central de Hungría de subir la tasa de interés en 30 puntos base a 0.90 por ciento en la sesión del martes.
En la semana, el euro tocó un mínimo de 1.1848 y un máximo de 1.1975 dólares por euro. El euro-peso tocó un mínimo de 23.5286 y un máximo de 24.5975 pesos.
Al cierre, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 19.8165 pesos por dólar, 1.3887 dólares por libra y en 1.1940 dólares por euro.
Gabriela Siller
Directora de Análisis Económico-Financiero
Banco BASE