El tipo de cambio peso-dólar cerró el tercer trimestre con una apreciación de 0.16 por ciento o 3.3 centavos, cotizó 20.08 pesos em promedio, tocó un mínimo de 19.7533 pesos el 12 de Septiembre y un máximo de 21.0535 pesos el 14 de Julio.
En los principales cruces del dólar, el peso mexicano fue la única divisa que ganó terreno, ante un fortalecimiento significativo del dólar estadounidense de 6.07 por ciento de acuerdo con el índice ponderado, siendo el mayor avance trimestral del dólar desde el cuarto trimestre del 2016, cuando el mercado especulaba que la Fed volvería a subir su tasa de interés luego de un incremento inicial en Diciembre del 2015 y cuando Donald Trump ganó las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
La recuperación del peso fue producto de la postura monetaria restrictiva del Banco de México (Banxico), que ha subido la tasa de interés en 500 puntos base desde agosto del 2021 a 9.25 por ciento, su mayor nivel desde que en 2008 se estableció la tasa de interés como objetivo operacional.
Hacia adelante se espera que la Junta de Gobierno siga subiendo la tasa de interés a la par de la Reserva Federal, por lo que la tasa podría cerrar el 2022 en 10.50 por ciento y subir a niveles entre 11.5 y 12 por ciento en 2023.
También porque México recibe flujos de divisas a través de las exportaciones, remesas e inversión extranjera directa.
De acuerdo con series originales, en los primeros ocho meses del 2022 las exportaciones muestran un crecimiento anual del 18.93 por ciento o 60,152.78 millones de dólares (mdd), con las exportaciones petroleras creciendo 50.32 por ciento y las no petroleras 16.99 por ciento.
Este crecimiento de las exportaciones totales ha sido explicado en un 84.56 por ciento por las exportaciones no petroleras, principalmente manufacturas distintas al sector automotriz.
Las exportaciones están impulsadas por la actividad económica de Estados Unidos, en donde, aunque existen señales de desaceleración y riesgos de recesión, el riesgo no es tan elevado como en países de Europa.
Por su parte, las remesas continuaron creciendo, con el flujo de 12 meses en aumento, hasta Julio en 56 mil 205 mdd, nuevo máximo en registro.
El peso mexicano es la segunda divisa más líquida en la canasta de países emergentes, por detrás del yuan chino. No obstante, el yuan chino se depreció 6.22 por ciento trimestral y cerró en 7.1159 yuanes por dólar, debido a que el Banco Popular de China mantiene una postura monetaria flexible, a diferencia del Banco de México.
Aunque en México persisten los riesgos internos, principalmente relacionados con las políticas del gobierno en turno y las consultas en el marco del T-MEC, se ha limitado su especulación en contra del peso mexicano.
Hacia adelante persisten los riesgos al alza para el tipo de cambio por la desaceleración económica de Estados Unidos, así como por la mayor aversión al riesgo global y la estacionalidad, en donde típicamente en el último trimestre del año el peso tiende a depreciarse.
Se prevé que el peso mexicano cierre en niveles aproximados de 20.30 pesos por dólar, en un escenario central.
En el mercado de futuros de Chicago, las posiciones especulativas netas a la espera de una depreciación del peso incrementaron en 13 mil 289 contratos en la semana comprendida entre el miércoles 21 y el martes 27 de Septiembre.
En el tercer trimestre, las posiciones especulativas netas a la espera de una depreciación del peso se incrementaron en 27 mil 342 contratos, ubicándose en 41 mil 332 contratos, cada uno de 500 mil pesos.
El incremento de las posiciones en contra del peso del trimestre se concentró en la última semana, lo que está relacionado con un mayor riesgo de depreciación del peso en el mercado cambiario.
En el año, el peso mexicano muestra una apreciación de 2.16 por ciento o 44.4 centavos, ubicándose como la tercera divisa más apreciada en la canasta amplia de principales cruces, por detrás del rublo ruso con 20.04 por ciento y el real brasileño con 3.87 por ciento. Además de estas divisas, solo el sol peruano acumula una apreciación de 0.37 por ciento en 2022.
Gabriela Siller
Directora de Análisis Económico-Financiero
Banco BASE